martes, septiembre 27, 2011

VOTO POLÍTICO CONSEJO AMPLIADO DEL PDC

El Consejo Nacional del Partido Demócrata Cristiano reafirma que la Concertación de Partidos por la Democracia es la alianza política de centroizquierda de la que forma parte, por representar para Chile la alternativa de gobierno ante el gobierno de la derecha. Sostenemos que lo que ha unido y debe seguir uniendo a los partidos integrantes de la Concertación es la capacidad de concordar una propuesta que interprete a una mayoría ciudadana tras un proyecto de mayor justicia y equidad, libertad y pluralismo válido para Chile. Nos reconocemos como partido de oposición al actual gobierno, miembros de la Concertación política como fórmula eficiente que trabajará para volver a gobernar Chile, construyendo una gran mayoría nacional y popular. Somos un partido que exigirá la transparencia de nuestras conductas, con compromiso popular y de avanzada social y económica, de permanente cambio para servir a la ciudadanía.
 

Creemos que un mínimo indispensable para enfrentar la realidad es asumirla y procesarla sin pretender los caminos del atajo, como cambiar de nombre o la mera ampliación o reducción de la Concertación, sino iniciar un proceso de análisis y reconstrucción auténtica, en el que el primer paso debe ser perder el miedo a nuestras legítimas diferencias, que cada partido vuelva a sus bases para escucharlas y motivarlas. Sobre todo hay que escuchar y acoger a nuevos actores: la sociedad civil y los movimientos sociales, no para instrumentalizarlos o manipulador ni menos pretender dirigirlos pero sí para nutrirse de los sentimientos de la inmensa mayoría de los chilenos y chilenas. Somos un partido que responde, que cumple sus compromisos y que, por lo tanto, adhiere y actúa en conformidad a nuestro V Congreso en sus puntos medulares. 

Más que un acuerdo electoral, la Concertación es la expresión política de la diversidad democrática y progresista de Chile. No es una camisa de fuerza, no anula la identidad política de los partidos que la conforman. Si todos pensáramos igual no habría necesidad de concertarse. Una coincidencia del cien por ciento es incompatible con la expresión de la pluralidad que caracteriza a la centroizquierda. Por eso, afirmamos que la fuerza de la Concertación radica en su diversidad. En ella nadie sobra porque cada cual aporta desde su particularidad. La Democracia Cristiana se propone aportar a la Concertación desde su identidad partidaria y desde su cultura política. Un PDC que potencia su propuesta programática y su vinculación con actores sociales está cumpliendo con lo que el país reclama y de nuestro partido y lo que nuestra militancia espera que oriente nuestra acción. El PDC definirá su propuesta programática básica en un trabajo sistemático que se inicia ahora y que termina en Junta Nacional. 

Los temas prioritarios en los que tomaremos posición política oficial en nuestra máxima instancia partidaria pueden ser agrupados del siguiente modo y serán trabajados en comisiones específicas: 
- Área profundización democrática: reformas políticas, descentralización, municipios. 
- Área igualdad de oportunidades: educación, salud. 
- Área justicia social: reconstrucción, reforma tributaria, reforma laboral, seguridad social, derechos del consumidor. 
- Área desarrollo sustentable: medioambiente, energía. 
- Agenda antiabuso La Democracia Cristiana considera compatibles, y complementarias la existencia de una Concertación, renovada y puesta al día, con la formalización de un espacio de convergencia de toda la oposición y de los actores sociales. La primera es una alianza estratégica de quienes convergen en una plataforma común con vocación de mayoría y orientada a ser una opción de gobierno. 

La segunda, es la confluencia de todos quienes no se identifican con la derecha y están dispuestos a mancomunar esfuerzos, identificar demandas sociales y buscar grandes consensos, sin necesidad de adscribir por ello a un mismo conglomerado político. Desde la Concertación, la Democracia Cristiana colaborará en el esfuerzo común de implementar, en el trascurso de los próximos meses, un programa de actividades descentralizado de asambleas, seminarios, talleres y eventos para este propósito. Así mismo, encomendamos a la Directiva Nacional, Consejo Nacional y frentes que se aboquen como tarea esencial de la Democracia Cristiana a la inserción en las organizaciones sociales y desde esa misma organización conglomerar a la sociedad civil para hacer realidad la unidad político-social por los cambios en dignidad y participación. Seguimos en este punto el buen modelo de la Asamblea de la Civilidad. 

El PDC honra sus compromisos por lo cual mantiene su decisión de concurrir a un amplio acuerdo que nos permita tener un candidato único de la oposición a alcalde o alcaldesa en cada comuna del país. Por la misma razón nuestro partido ratifica su decisión de implementar el proceso de primarias de Concertación para elegir por este procedimiento entre candidatos competitivos en las comunas donde así se determine, especialmente en los municipios donde hay alcalde de derecha. Habiendo decidido dos partidos de la Concertación ir en lista de concejales propias, el Consejo Nacional de la Democracia Cristiana mandata a la Directiva Nacional a realizar las gestiones que permita ir en lista conjunta a concejales con el PS. Del mismo modo, el Consejo estima que para derrotar a la derecha en las elecciones que tenemos por delante, es necesario avanzar en establecer un acuerdo parlamentario con el PS y concretar la voluntad compartida de llevar un candidato presidencial común en próximas elecciones, que surgirá de una elección primaria amplia, abierta y vinculante del pueblo concertacionista. 

Este Consejo no puede dejar pasar la situación producida por el alcalde Cristian Labbé. Por unanimidad rechazamos las declaraciones y medidas asumidas por el alcalde de Providencia. Estas medidas acrecientan el conflicto con los estudiantes, son abiertamente discriminatorias y arbitrarias, por lo que respaldamos a nuestra concejala y a nuestros parlamentarios que se han adelantado a rechazar firmemente este retroceso autoritario que daña a Chile y a su democracia.