viernes, mayo 27, 2011

Carta de Gabriel Silber a Claudio Orrego.No Publicada en la Segunda. Al final Link de Carta de Claudio Orrego en la 2°

Santiago, Mayo 24 de 2011
Señor
Claudio Orrego
Vicepresidente
Partido Demócrata Cristiano
Presente.

Estimado Claudio:

El día de hoy he leído con atención tu columna regular en el diario La Segunda.
Luego de algunas apreciaciones de orden general, que son de aceptación evidente, como la preocupación por el estado de crispación de la actividad política, intentas una crítica a las posiciones que algunos hemos tenido acerca de la polémica por Hidroaysén.


Soy de los que ha estado en contra de ese proyecto antes y ahora, y tengo la convicción que defender los recursos naturales que son patrimonio de todos los chilenos, es el deber ser, solicitar discusión de fondo y con participación no debe ser un privilegio ni una coyuntura es la forma de plantearle al país que política energética quiere chile para chile.

Sin embargo, me parece absolutamente legítimo que algunos, que ayer pudieron favorecer el desarrollo de proyectos de este tipo, estén en condiciones de evaluar nuevos antecedentes y, sobre todo, tomar en consideración el sentir de la ciudadanía acerca de esa iniciativa. Al final de cuentas, la política tiene, como expresión de su legitimidad, la consideración de la opinión de quienes se intenta representar.

Ello no amerita tu descalificación. Ya sabemos que solo los tontos no son capaces de cambiar de opinión. Y si es adecuado para el titular de tu columna (“La gente no es tonta”), ello también es válido para dirigentes políticos responsables.

Se requiere mayor fraternidad y reflexión antes de calificar a otros de oportunistas pues, precisamente lo que haces, desde tu privilegiada tribuna, es aprovechar la oportunidad para intentar posicionarte como un político que está por sobre polémicas y posturas que descalificas.

Una persona que aprovecha cada oportunidad para informarnos de su deseo a postular a mayores responsabilidades, tiene el deber de prudencia que no se encuentra en tu columna. En especial con quiénes tenemos una posición distinta a la tuya.

Tal vez podrías reflexionar que esto mina más la credibilidad en la política, que insinúas defender, erigiéndote en juez de las conductas de otros, solo por el hecho de tener una posición distinta a la tuya.

Seria mas honesto y mas colaborador a la transparencia en tu rol dirigente, que explicitaras tu apoyo a Hidroaysén y no pretendas, pues ni te calza ni corresponde, intentar ponerte sobre el bien y el mal. Esa ambigüedad es lo más repudiado por la ciudadanía y, especialmente, por los jóvenes, que hoy marchan por el país despreciando la falta de claridad de la dirigencia política, con las preocupaciones ciudadanas.

Finalmente declaras que la ciudadanía “sabe distinguir al que habla con la verdad y al que defiende lo que siempre ha creído, de aquel que solo busca el aplauso fácil…” .

Mas humildad, camarada. La verdad es una construcción colectiva, donde cada uno aporta una parte en el proceso de búsqueda.

La política que prestigia a sus dirigentes es aquella que se hace de manera colectiva, donde, precisamente, no se descalifica a todos los demás, por tener una posición distinta.

Hidroaysén será una enseñanza para todos, a condición que sepamos escuchar el clamor de los cientos de miles de jóvenes que hoy marchan por el país, con un grito que no solo quiere impedir la inundación o las líneas de transmisión, sino que tal vez reclama ser escuchados, por dirigentes que le pongan atención.

¿Qué tal si empezamos a practicar eso entre nosotros?

Con todo afecto,

Gabriel Silber