martes, marzo 29, 2011

LAS POLÍTICAS SOCIALES EN UN PAIS DESIGUAL: EL CASO DEL PROYECTO DE “EXTENSIÓN DEL POSTNATAL”.Juan Guillermo Espinosa

La política social en una democracia moderna, en forma breve, es todo lo que se refiere al  bien común de la sociedad. En una verdadera democracia, la política social es la búsqueda  común del bien común y debe apuntar preferentemente a mejorar las condiciones de  aquellos grupos mas rezagados o desfavorecidos, en particular en una economía con  desigualdades tan profundas como las que se exhiben hasta el día de hoy en nuestro país. Una particularidad básica o crucial de una buena política social entonces, es que beneficie  en mayor proporción o preferentemente a los mas rezagados que a los que se encuentran en  mejor posición relativa. En los países mas avanzados, esta orientación que se aplica con alta  prioridad, se identifica como “discriminación positiva” y en nuestro país, en linea con este  enfoque, se ha consensuado el concepto de la “focalización” en los sectores de menores  ingresos, enfoque de política social en el cual desde 1990 hasta la fecha, Chile ha sido un  ejemplo entre los paises emergentes y países en desarrollo, en su capacidad para asignar la  mas alta proporción de los subsidios monetarios que entrega el gobierno al 20 % mas pobre  del país, mientras que las fugas hacia niveles de ingresos mas altos han sido siempre  mínimas.

Sin embargo, en el proyecto de extensión del post natal recientemente enviado al Congreso  por el Gobierno del Presidente Piñera, parece interrumpirse abruptamente esta política de  focalización o de discriminación positiva a favor de los sectores de mas bajos ingresos. El proyecto presentado por el ejecutivo, extiende el permiso maternal de 4 a 7 meses (como  suma del período pre y post natal). Durante los 3 meses adicionales de postnatal, el Estado  deberá pagar un subsidio igual al sueldo de la madre, con un tope mensual de unas UF 30  (apróximadamente unos $650.000 por mes).
Sin embargo, dado que la extensión del post natal que propone el Gobierno, aporta un  subsidio directamente proporcional a la remuneración de cada madre, esto significa que transfiere un subsidio cuatro veces mayor a una madre que gana $650.000 o mas, que el que  recibe una madre que gana el salario mínimo. Si se considera además que cerca de un tercio  de las mujeres trabajadoras puede seguir sin recibir ningún subsidio maternal, ya sea porque  no tienen contrato de trabajo o porque son trabajadoras por cuenta propia sin profesión, la  situación de “discriminación negativa” será en este caso aún mas grave. Según datos de la  propia ONG Comunidad Mujer, menos del 70% de las mujeres ocupadas en Chile cuentan  con contrato de trabajo e imposiciones al día, requisito esencial para cobrar el beneficio del  pre y post natal.
En concreto, como la mayor parte de este tercio de las mujeres trabajadoras tiene bajos  ingresos, es altamente probable que no mas de un 5% de los recursos destinados a extender  el post natal llegará al quintil de las madres mas pobres.
El proyecto del Ejecutivo para extender el post natal no ayuda ni hace nada por mejorar la  precaria y escasa situación del empleo femenino. Debe recordarse que la tasa de  participación laboral femenina en Chile, es de las mas bajas de América Latina y si nos  comparamos con los 33 paises de la OCDE que estan mas avanzados que nosotros, Chile  ocupa el puesto 32 en materia de ocupación femenina. Por lo tanto, en las circunstancias  actuales y si se supone que el proyecto oficial fuera aprobado tal como ha sido enviado, la 
situación del empleo femenino parece deteriorarse al hacer menos atractivo para las  empresas el contratar mujeres. 
No debe olvidarse que en los mas diversos estudios del sector público y privado han  siempre destacado que “la superación de la pobreza” depende la mayoría de las veces de la  obtención de un empleo remunerado por parte de la mujer, particularmente en la situación laboral de bajas remuneraciones y alto desempleo que se vive en el 20% mas pobre  (1er.Quintil) de nuestro pais. Precisamente, por esta crucial condición es que el gobierno  anterior de la presidenta Bachelet, decidió el importante y significativo aumento de las salas 
cunas y jardines infantiles que han tenido hasta la fecha tanto sentido y tan buena acogida. 
Es decir, de eso se trata una política social bien focalizada, que por un lado facilita trabajar  a las madres y por otro, estimula adecuadamente a sus hijos(as) en una edad determinante  para su desarrollo futuro. Bien haría el Gobierno actual, en reconsiderar buena parte de los  recursos destinados a este proyecto y los destinara a un aumento aun mayor de las salas cunas y jardines infantiles, así como a otras formas de apoyo preferente a las madres de mas  bajos ingresos.
Una lección importante que debiera sacarse de este tan improvisado y poco prolijo  proyecto, es que la centro derecha no debiera seguir con el temor de avanzar en normas de  protección social, especialmente en este año en que anuncia diversas iniciativas en el campo  social, que anteriormente rechazaba en tiempos de la Concertación. Si modificara su  enfoque y aceptara algunos criterios modernos como la “discriminación positiva” en  políticas sociales (que hasta hoy podría ser inconstitucional), rompería con la opinión 
predominante en el país y que les hace daño: de que gobiernan preferentemente para los  sectores mas poderosos y las grandes empresas y que dan mas importancia a las cifras  macroeconómicas y a las grandes utilidades, que a las personas y a los sectores medios y de  mas bajos ingresos.