martes, diciembre 28, 2010

La victoria pírrica del gobierno. Julio Reyes V.

Durante semanas el gobierno tuvo reuniones protocolares con los gremios y después con los parlamentarios y no cedió en su imposición del 4,2%. Con su manejo de los medios de comunicación le bajó el perfil a las movilizaciones gremiales y ya no tuvimos a la televisión transmitiendo en vivo las paralizaciones (como ocurría en años anteriores), sino que los noticiarios sólo cubrieron esta noticia cuando en Valparaiso la ANEF y los otros gremios convocaron a más de 20.000 personas a protestar y ya era muy díficil negar esa manifestación social.

La invisibilización de las movilizaciones sociales era una condición necesaria para la estrategia autoritaria de imponer a todo trance el 4,2%. El dato interesante fue la enorme cantidad de funcionarios movilizados por una causa justa: mejores salarios y fin a los despidos arbitrarios.

Ante esta intransigencia del Gobierno -otros la llamaron impericia- queda claro que se quiere vencer y aplastar a la oposición política y social y no convencer. Incluso sus parlamentarios se quejan públicamente del trato de sus Ministros, el diputado Arenas escribió en un artículo sobre "la debilidad política" del Gobierno piñerista que " Gran parte de sus protagonistas, si bien son personas muy talentosas en el mundo privado, les falta la influencia y la capacidad política necesaria para impulsar sus propuestas. Cuando hablamos de política el talento no basta".

Esta incapacidad de dialogar y de convencer es producto de que los Ministros son ejecutivos de empresas grandes donde ordenan, imponen, no escuchan a nadie y si hay algún problema se busca eliminar la piedra del zapato o se compra en el mercado una solución a ese problema.

Este estilo piñerista esta haciendo perder un capital cultural de la clase dirigente que explica 2 décadas de progreso y crecimiento y que es la búsqueda de un proyecto común entre chilenos/as que pensamos distintos y que tenemos formación dispar pero buscamos consensos y acuerdo en pro de un país mejor y más solidario.

El estilo autoritario (casi autista como lo dijó un avezado político) -que graficó el Ministro Hinzpeter en el Senado- y que busca arrasar con la oposición se está imponiendo y genera un mal escenario para el futuro.

Incluso su estilo patronal le lleva a generar y promover divisiones en el campo adversario ya que la actitud de los diputados Andrade, Jarpa, Vidal resulta incomprensible en una coalición que mostraba sintonía con las organizaciones sociales y termina además, estimulando una pugna interna en el sindicalismo.

Ciertamente para los Ministros involucrados en estas 'operaciones políticas' son costos menores que pagan otros (y que a lo mejor celebraran en privado) y no el Gobierno que logró su objetivo de no ceder ante las legítimas pretensiones de parlamentarios y organizaciones de funcionarios.

La oposición debiera asumir -desafortunadamente para el país- que está frente a un Gobierno que no construye acuerdos , que no acerca posiciones y que quiere arrasar a sus adversarios. 

Debiera denunciar los efectos nocivos que tiene este estilo en la convivencia social y en el futuro para un país que tiene "vocación de entendimiento" como dijo el Cardenal Silva. La nueva forma de gobernar no puede -ni debe- destruir el capital acumulado como país de producir consensos y que hoy nos tiene ad portas del desarrollo.