domingo, julio 25, 2010

Mariano Fernández: “El debate sobre Bachelet es artificial y extemporáneo.

Serán los últimos de la Concertación en renovar su staff de dirigentes nacionales. Este fin de semana es el turno del PS y recién a finales de agosto serán las internas de la flecha roja para escoger una nueva mesa directiva. Hace rato que no había tantos aspirantes, como también es la primera vez que el timonel DC será elegido con votación directa de todos los militantes. Disputa la conducción con el senador Ignacio Walker y los diputados Aldo Cornejo y Gabriel Silber.
 Él es el único que no es parlamentario, una de sus fortalezas -dice- en esta carrera por el sillón de Alameda 1460. “Queremos ser una directiva dedicada 100% al partido, jornada completa, dejar de lado la práctica de los últimos años que ha sido bastante negativa, en que la gente está en el Congreso, pasa tres días en Valparaíso y una semana en el distrito, por tanto, las decisiones se toman allá y la base, los presidentes comunales y el mundo municipal quedan alejados de la directiva nacional”, sentencia Mariano Fernández, el mismo que ha sido embajador en Estados Unidos, subsecretario de Relaciones Exteriores y el último canciller de la ex Presidenta Michelle Bachelet, una figura a la que considera un patrimonio y que advierte no debe ser manoseado antes de tiempo. Lo apoyan figuras como el senador Mariano Ruiz-Esquide y reconoce que lo más difícil de esta competencia ha sido “hacer comprender a muchos DC que es necesario dar un vuelco. La gente viene saliendo de una derrota electoral, se ha producido un escepticismo. Eso lo estamos combatiendo”. Mañana la DC cumple 53 años y la celebración será a lo grande, con los cuatro ex mandatarios de la Concertación.
-¿En qué estado encuentra a la falange este aniversario?
-Es un momento difícil. Perdimos el gobierno con un candidato de nuestras filas, nos hemos reducido a la mitad de la votación, en el norte no tenemos parlamentarios y en la Región Metropolitana tenemos sólo dos diputados. Por otra parte, se empieza una recuperación, este proceso electoral se hará con el sistema un militante un voto, y eso está estimulando la participación.
-¿Cómo supera la DC estas debilidades?
-Estoy presentando un programa que incluye la modernización de las estructuras del partido, la separación de los asuntos administrativos de los políticos, la vinculación más orgánica con las bases, el trabajo con la juventud, recuperar el liderazgo social que siempre ha sido muy fuerte en la DC. Esperamos que nos ayuden a demostrar que estamos de pie y en marcha.
-¿Qué le parecen sus contrincantes?
-Es un grupo de candidatos muy razonable. No hay una polarización radical como en otros períodos, son visiones dentro de un mismo partido y lo que me parece fundamental, por estética política y la recuperación después de la derrota, es que haya una elección competitiva, con alternativas, para que la DC se pronuncie. Soy el único que no es parlamentario y por eso, aunque a algunos no les guste, en esta fase que hay que hacer oposición y hacer partido, tengo una ventaja indiscutible, porque me voy a dedicar 100% al trabajo partidario y ellos tienen que cumplir sus tareas parlamentarias.
-Además de no ser parlamentario, ¿qué más lo diferencia?
-Encabezo un equipo transversal que cuenta con gente como Laura Albornoz, Andrés Palma, Belisario Velasco, Pablo Lorenzzini, gente que proviene de distintos sectores y que están embarcados en darle una nueva estructura al partido, trabajar por la unidad.
-Mañana, el timonel Juan Carlos Latorre va a dar una señal para establecer una relación menos confrontacional con La Moneda…
-Tendría que escuchar directamente a Latorre para opinar. En la Junta Nacional acordamos que ¡somos un partido de oposición, y a secas! Esto quiere decir que vamos a cumplir nuestro rol fiscalizador, mientras preparamos alternativas para las próximas municipales, parlamentarias y presidenciales. La DC jamás se negará a apoyar programas de bien común. Lo que uno le pide al gobierno es que sea claro y no haga construcción de medias verdades como con la Ley de Reconstrucción.
-¿Ha habido mucha construcción mediática?
-Así es. ¿De qué se trata esto? El Presidente y algún ministro hablan de la unidad nacional, pero se hace de otra manera. Si se tiene un objetivo preciso, como un plan de reconstrucción verdadero y no simplemente resolver el tema de las mediaguas, el Presidente debería llamar a los jefes de todos los partidos, discutir un plan para aplicarlo, eso es unidad nacional. Lo demás son diabluras.
-¿Han habido muchas diabluras estos meses?
-Tengo la impresión de que varias. La reconstrucción, ¡el no entender todavía que hay que terminar con los conflictos de interés de los altos funcionarios!, exonerar gente acusándolos de operadores políticos. Un conjunto de cosas que ponen en cuestión la credibilidad del gobierno frente a nosotros.
-¿Qué tipo de relación establecería con La Moneda?
-Somos oposición, y cuando haya propuestas de bien común, vamos a estar disponibles para conversar. Vamos a tratar de tener una estrecha relación con nuestros socios de la Concertación.
-¿Es real el debate interno en la DC sobre la política de alianzas del partido?
-Hay algunas personas que han dicho cosas, pero se ha impuesto de manera importante lo planteado en la junta nacional. ¡Un partido de oposición en Concertación! Estamos en un proceso de elección de las directivas en todos los partidos, y después de eso, tenemos que juntarnos, como corresponde a aliados de 20 años, para tomar decisiones en común de cómo vamos a seguir enfrentando al gobierno.
-Considerando las fechas de recambio de mesas directivas, ¿a fin de año la Concertación debería tener un rumbo claro como oposición?
-¡Por supuesto! Es muy distinto pasar a la oposición que entrar al gobierno. Han pasado cuatro meses y se ve mucha improvisación, ¡menos programación que la que habían ofrecido! Nosotros estamos reorganizándonos. Después de agosto, ya vamos a tener posiciones claras.
-Electoralmente, ¿hacia dónde o con quién debe crecer la DC?
-La DC tiene posibilidades de crecimiento muy alto. Hay un potencial de jóvenes importante con la inscripción automática y el voto voluntario, también en los gremios, los colegios profesionales, las juntas de vecinos y las pymes. Hay un potencial sobre nuestra propia base. Hay gente que se aburrió de participar, que probablemente ha votado por la derecha u otros partidos, pero si son convocados de manera adecuada, es probable que se entusiasmen con la idea del humanismo cristiano.
-Esta pasada por la oposición parece que le puede hacer bien a la DC…
-Ojalá que le haga muy bien, en eso estamos, que de esta derrota aprendamos las lecciones y nos fortalezcamos.
-Algunos DC critican que el partido se ha eclipsado con el PS y el PPD. ¿Comparte ese análisis?
-No. En lo que estoy de acuerdo es en que la DC ha perdido la mitad de su votación y no es que se haya eclipsado, sino que ha disminuido su influencia, porque tiene la mitad de los votos que hace 20 años.
-En la Concertación hay opiniones discrepantes del rol de Bachelet. ¿Es una buena carta para el 2014?
-El debate sobre la Presidenta Bachelet es artificial y extemporáneo, va a favorecer a las fuerzas que no son de la Concertación, para que nos ensimismemos en una discusión totalmente estéril. Ella es un gran patrimonio del país, tendrá que observar, tomar sus decisiones cuando llegue el momento. ¡Acaba de empezar este gobierno y ya estamos hablando de los candidatos del 2014! ¡Es absurdo!
-¿Que hará la DC con la agenda valórica?
-Son cuestiones distractivas. La Concertación tiene que construir un programa alternativo, eso no se hace en un día. Hemos echado bases fundamentales para la estabilidad económica, política y social, eso nos favorece para exigir ahora y preparar un combate más claro contra la desigualdad. La DC está en contra del aborto y, en lo personal, sostengo que además hay que tener mayor confianza en la capacidad ética y profesional de los médicos y no resolver esto de cualquier manera en el Congreso. En las parejas del mismo sexo, hay que buscar un sistema legal que les dé estabilidad, les permita disfrutar de derechos y obligaciones. Se debe buscar un tipo de acuerdo y dar un espacio a la gente que decide vivir de esta manera. //LND
Indulto bicentenario
-¿Qué opina del Indulto Bicentenario y qué debe hacer la DC?
-La Iglesia Católica y la Evangélica son entes morales y, por tanto, tienen derecho a hacer estos planteamientos, pero los crímenes de lesa humanidad no son indultables, no corresponde en ningún sentido.
-¿Qué otras áreas podría abarcar el indulto?
-Me imagino que hay un conjunto de otros delitos, faltas, penas y circunstancias atenuantes para gente que ya lleva mucho tiempo en la cárcel, gente de edad, enfermos.
-¿Debatir la opción de indultar a violadores de DDHH pone en jaque lo avanzado estos años?
-¿Quién lo está debatiendo? Me parece que la gente que lo esté planteando no está valorando lo que fueron los 17 años de violaciones a los derechos humanos en Chile. No se condena porque se comete un homicidio o se hirió a una persona, eso es un crimen de derecho penal ordinario, sino porque se organiza para destruir a las personas. Eso lo demostró el fallo de la Corte Suprema en el caso del general (Carlos) Prats.
-La asociación ilícita…
-¡Así es! Se creó la DINA como una asociación criminal con el objeto de destruir enemigos, y lo hicieron con Prats, con Bernardo Leighton, con (Orlando) Letelier y muchos. En esa materia no debe haber ninguna flexibilidad.
-El presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, precisó que los indultos y la amnistía no deberían coexistir en una sociedad moderna y democrática…
-Es respetable. Lo único que puedo constatar es que indultos hay en prácticamente todos los países. Puede ser que tenga razón desde un punto de vista estrictamente jurídico, pero desde lo político todavía hay muchos países que lo practican.
-¿Este debate refleja que como país seguimos conviviendo con los fantasmas del pasado?
-¡No son fantasmas! Todavía hay como mil personas desaparecidas, que nunca más se supo de ellos y que fueron presumiblemente asesinados por esta asociación ilícita de la CNI y la DINA. Son hechos que ocurrieron en el pasado, que tienen efectos en el presente. ¡Imagínese qué piensa un familiar directo de uno de los detenidos desaparecidos!
-Habló del derecho de la Iglesia a plantear los indultos, pero considerando que el Estado se separó de ésta el año 1925 ¿no tienden a traspasar el límite de sus atribuciones en el debate público?
-No. No tengo ningún temor a que organismos como las iglesias que se ocupan de temas que no son del derecho positivo, sino de la conciencia de las personas, de las creencias, plantee cuestiones de este tipo. Lo que pasa es que la sociedad responde de acuerdo a la propia legalidad que tenemos.
-¿Qué posición debería tomar La Moneda en este asunto? Un gobierno que antes criticó siempre con dureza la fórmula de los indultos…
-El gobierno que decida y después damos nuestra opinión.
“José Miguel le ha devuelto el prestigio a la OEA”
-Dada su experiencia a nivel internacional, ¿qué opina que los senadores Andrés Allamand y Patricio Walker fueran objetados por Venezuela como observadores?
-El gobierno de (Hugo) Chávez hoy tiene tendencia autoritaria, dominado por el caudillismo del propio Jefe de Estado y con asedio a libertades de expresión a los opositores. Pero cuando se trata de observación electoral, hay reglas bastante claras de la OEA, de la Comunidad Europea, de la Fundación Carter. Ahí los parlamentarios algún error cometieron, porque prejuzgaron sobre el régimen y el gobierno antes de establecer que querían ir a observar el proceso. Es muy difícil que un gobierno acepte eso. Se retiró la participación de Chile en este tema, me parece, no se trata de entrar en disputa con países con los que tenemos relaciones diplomáticas.
-¿Son infundadas las críticas a la OEA y a José Miguel Insulza?
¡Es evidente que José Miguel tiene toda la razón! es cuestión de leer el estatuto de la OEA, tiene muchas limitaciones. Ha hecho una gestión política impecable, porque le ha dado a la OEA una envergadura política que tenía perdida. Es una organización en que participan 33 países y para que su secretario general actúe, tiene que tener acuerdo del consejo. La OEA se preocupa de promover la democracia en el continente y cuando hubo dictaduras militares de derecha se olvidó de estos temas. José Miguel le ha devuelto prestigio a la OEA.
-¿Hay muchas diferencias en la política exterior que aplicó la Concertación a lo visto estos cuatro meses?
-No veo tantas diferencias, porque no hay mucho espacio para eso. Ha habido diferencias más bien por improvisaciones y excesiva locuacidad del Presidente.
-¿Qué opinión tiene del canciller Alfredo Moreno?
-Él disfruta de la confianza del Presidente y me parece inteligente, buena persona, pero me parece que ha habido improvisaciones. Lo ocurrido con los embajadores no coloca la imagen del país en la mejor condición y ahí le faltó experiencia al decir que opiniones de embajadores son personales. LN.