martes, marzo 23, 2010

LA DC Y EL TERRERMOTO. David Herrera

Hoy existen dos democracias cristianas: Una constituida por una élite parlamentaria y alcaldicia, y ex-gubernamental muy preparada para ser oposición, con ONG, institutos e infraestructura acorde a este nuevo rol; y un partido anónimo, pobre, carente de recursos, con sedes precarias (y en las regiones afectadas por el terremoto, en el suelo), sin tareas políticas concretas, envejecido, y sin presencia en el mundo social y comunitario.
El efecto inmediato que la catástrofe provocó en la DC, fue suspender el proceso de renovación de nuestras autoridades por tiempo indefinido. Es claro que no se puede efectuar tal proceso como se tenía previsto, más aún cuando en cinco importantes regiones (V, RM, VI, VII y VIII) la situación de muchos militantes y sedes comunales es dramática......La primera DC está funcionando. Hace oposición, participa en el debate público a través de los medios. Se organiza y se instala en el espacio que la sociedad y la institucionalidad del país le brindan. Interactúa con el nuevo gobierno, refuerza sus ONG y Centros de Estudios con ayudas externas y estrechos vínculos con las demás élites nacionales. Incluso debaten entre sí sobre la oportunidad de tal o cual actividad. En todo caso, sería raro que esto no fuese de esta manera.
El otro partido está paralizado, agotado, sin rol. Hay un fuerte y duro debate a través de Facebook y otras redes sociales, de mucha camaradas y simpatizantes que se movilizaron activamente para las presidenciales, y que está molesta por la falta de renovación partidaria. Además, mucha militancia de base está desarrollando estrategias de sobrevivencia y de reinserción en lo laboral y en lo social, que les impide por ahora, jugar un rol político al interior del partido.

¿Qué hacer?

Sin duda, se requiere conducción y liderazgo, junto con una estrategia partidaria que enfrente a los años de oposición que vienen.
En lo inmediato, conducir a la DC los próximos dos años requiere una Directiva Nacional que asuma la integración armónica de ambos mundos partidarios.
¿Quiénes pueden liderar? Antes del Terremoto el debate era como se instalaba una nueva élite dirigente de no tan jóvenes líderes emergentes y simultáneamente, la necesidad de realizar un diagnostico autocritico de los 20 años siendo partido de gobierno.
Hoy, el tema es otro: consiste en la urgencia y la necesidad de posesionar a una DC integrada en una sociedad que se abandonó a partir de los noventa y que progresivamente dejó de apoyarnos elección tras elección, con la notable excepción de las municipales del 2004.
Un primer paso urgente es que la DC, que sí puede ser oposición, entienda que la otra DC necesita ser reconstruida, con camaradería y fraternidad. Ello pasa por la renovación de nuestras directivas a todo nivel, la definición de un plan estratégico al menos hasta las municipales del 2012, el relanzamiento del Quinto Congreso a fin de ir precisando nuestro futuro programa como partido opositor, y la entrega de un rol concreto a cada militante y estructura partidaria en el mundo social.
DAVID HERRERA BARRIENTOS
ABOGADO
EX CONSEJERO NACIONAL DEL PDC
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