jueves, febrero 25, 2010

La reforma de la salud en el nuevo gobierno . Daniel Verdessi

Parece evidente que el modelo de reforma de la salud implementado por los gobiernos de la Concertación no parece molestarle al nuevo gobierno.
Al comienzo del gobierno del Presidente Lagos estaban enfrentadas ideológicamente a lo menos tres posturas:
Una posición catalogada como estatista en la que la salud era esencialmente pública con un regulamiento estricto del sector privado, y en especial de las isapres.
Una visión francamente privatizadora, que apoyaba la portabilidad de los subsidios, lo que favorecería la competencia público-privada y que aumentaría el predominio de los privados, por una mirada muy negativa de la eficiencia y eficacia de lo público.Una visión integrada, que se basa en la cooperación y colaboración de los dos subsectores, buscando la eficiencia en el uso de los recursos de ambos, pensando en una integración del servicio público con el mercado, ofreciendo posibilidades de participación del sector privado, en especial en la entrega de servicios con un marco regulatorio ejercido por el Estado.

Esta última opción logró ser acogida por el consejo nacional de la DC, lo que facilitó el camino a su desarrollo, al igual que el decidido apoyo del Ministerio de Hacienda y de la tecnocracia gubernativa.
Parece obvio que el nuevo gobierno tiene todos los elementos para favorecer el subsidio a la demanda y a la portabilidad de éste, ya que la construcción de la reforma que la propia Concertación hizo en su oportunidad tiene los elementos necesarios para ello.

Quienes tenemos la mirada en el sector público como la gran esperanza de los pobres pedimos que en el futuro gobierno las reglas del juego se respeten, y que la opción de la salud integrada, con cooperación entre los dos subsectores, incluya la posibilidad de un real mejoramiento de la gestión de los hospitales y de los servicios de salud.
En el programa de Piñera se prevé la construcción de mas de diez hospitales y 70 consultorios, tarea titánica si se considera que las nuevas exigencias para la construcción de hospitales exige costos de alrededor de 100.000 millones de pesos para un hospital de alta complejidad.
De cumplirse dicho objetivo y si se implementa un modelo de gestión en dichos hospitales, estaremos de acuerdo en que se estaría cumpliendo con las reglas de juego de la reforma y no se estaría privatizando el sistema por abandono del sistema público y tendríamos que estar de acuerdo en la gestión que realice el futuro gobierno.

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