jueves, febrero 25, 2010

La renovación de los liderazgos. Moisés Oyarzo Osses. Magallanes

Curiosa la discusión que se ha instalado el último tiempo en nuestro país respecto de la renovación de los liderazgos y que proviene, también, en una vertiente, de algunos sectores concertacionistas.(Es válido recalcar que es un tema que no todos los dias está en análisis y discusión, como lo son también los que se vinculan a la concentración de los medios de comunicación, las grandes utilidades de la industria minera privada o los miles de millones de dolares en pérdidas de las AFP).-
Para nadie resultó indiferente el discurso de Lagos el dia de la derrota presidencial, cuando se refiere al rol de las generaciones más jovenes en el nuevo escenario nacional.Pero no basta con señalar ni hacer llamados o mostrarse inclusivo en términos de discursos, cuando las prácticas y accionar políticos, amén del marco institucional y jurídico,no han facilitado, mas bien han retardado el ingreso, o, derechamente,mandado para la casa a un par de generaciones.
A esta discusión que me refiero le ha faltado vitalidad y profundidad, por cuanto carece de las herramientas que otorga la ciencia política y la sociología, por ejemplo, para definir los conceptos y la problemática en cuestión, otra cosa sería dejar el asunto en manos de los mismos políticos y que ellos mismos nos hablaran de ellos …

El tema en discusión, la renovación de los liderazgos, creo que está ligado a otro mayor y es el que se refiere a las elites, este es el punto de partida y determinante en la situacion chilena, y para tener una claridad mínima tendríamos que partir por comprender de qué fenómeno hablamos,conocer la conformación y génesis histórica de las elites en Chile -¿o elite?- de dónde provienen, cuáles son sus inserciones en la vida nacional, su desarrollo hasta los dias de hoy.
Por otra parte, sería interesante indagar qué conceptos de democracia porta esta elite política y los discursos que maneja para su adecuación táctico- estratégica respecto de la masa, el pueblo, la sociedad o como quiera llamársele.

Más interesante se torna el asunto cuando se amplía la indagación respecto de otras elites, digamos la empresarial, preguntándose igual que con la elite política respecto de los conceptos de democracia que porta -cómo entiende la democracia- y los discursos que maneja para su adecuación táctico-estratégica respecto de la masa, el pueblo, la sociedad o como quiera llamársele.
Otro tema a indagar sería el de interacción de la elite politica chilena con otras elites de la vida nacional, qué tipos de intercambios se dan, qué tipos de proximidades y connivencias, qué formas de cooperación o competencias,etc.

Antaño la educación se convirtió en una herramienta de ascenso social innegable, pero también facilitó la constitución y formación de elites, por ejemplo, vinculadas al estado o gobierno,por una parte y, por otra, tambien vehiculó lo que Pierre Bourdieu llama reconversión de capital económico en capital cultural, de las clases acomodadas dueñas de la tierra, por ejemplo,a los hijo herederos con profesiones liberales.
Hoy por hoy pienso en el ámbito municipal- en los cargos de elección popular-, donde cambian los abolengos, el color de pelo y los patrimonios, y donde ha sido posible verificar una cierta “movilidad social” del mundo político,pero en términos muy acotados , porque en lo que se refiere a la dirigencia nacional de los partidos es posible constatar, con una certeza casi cientifica, que es la misma clase la que va reproduciéndose por más de treinta años (descontando algunas bajas naturales y otras deserciones).

Respecto de la renovacion de los liderazgos desde la Concertación o el nuevo referente post-Concertación, sería interesante indagar qué tanto se quiere avanzar en la apertura de nuevos espacios y nuevos roles por parte de las generaciones más jovenes, por que a estas alturas la renovacion de los liderazgos también es un tema de supervivencia.Esto quedó meridianamente claro con el resultado electoral del 17 de enero donde por lo menos una parte de la dirigencia concertacionista -siendo optimistas - quedo out.Sin embargo, también están los frenos impuestos por estos mismos, en el sentido de las cuotas de poder existentes vinculadas con el parlamento, municipios y a nivel partidario.
Un parentesis.En nuestro partido existe toda una generación de sólidos principios cristianos y formada en el servicio público, que puede asumir un rol protagónico de cara a los desafíos del nuevo escenario nacional y a las demandas permanentes por mayor participación, igualdad y equidad, que valga recalcar, muestra avances significativos e innegables en los períodos de la Concertacion, pero, también, baches, deudas y falencias imposibles de soslayar.-

En este sentido me gusta más un PDC que habla de un proyecto histórico, que reconoce tradición y su historia, que un PDC que se acomoda reactivamente a los escenarios sin un horizonte claro.
Por ello se abre una interrogante respecto del futuro y destino de las demandas por mayor inserción y participación, por un lado, y, por otro, el cambio en los “estilos de hacer política”.En el caso de nuestro partido debiera darse un proceso de discusión de mayor amplitud que incorpore a todos los actores posibles y que defina y determine los grandes lineamientos politicos de los próximos años por los cuales orientará su accionar.Conjuntamente con ello será determinante la próxima renovación democrática de las estructuras partidarias.

Para finalizar,en un sentido amplio y general, las elites gobernantes no han escuchado -¿escuchan las elites?- la demanda societaria y democrática en el sentido de profundizar y ampliar la democracia chilena -¿escucharán?-, por que no basta con concurrir o no a votar cada cuatro años.El sistema político nuestro está cuestionado de fondo, tanto institucional como jurídicamente , pero la sociedad chilena está cambiando, hoy por hoy son otros los actores sociales, políticos y culturales -sociedad multiplural- los que más allá de llamados interesados o no,están tomando las riendas de defensa y promoción de los derechos ciudadanos y de participación democrática.Quedarse a la vera de este movimiento y encapsularse, es una imbecilidad mayor.
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Al “Pan” Pan y al “Vino” vino. Manuerl Roman.

El hombre es el único ser en la tierra que tropieza muchas veces con la misma piedra. Estamos viviendo un momento difícil, como muchos otros que hemos vivido, sin embargo en esta oportunidad no estamos caminando hacia una reflexión interna para la generación de un dialogo fraternal que nos lleve a concluir en que nos equivocamos. Miramos a la vereda del frente y tratamos de vaciar nuestras culpas en numerosas variables, pero el problema está en nosotros como organización: perdimos el camino y nos olvidamos de nuestras raices.
Perdimos el camino, en la medida que postergamos nuestras propuestas y formas de hacer política. Nos olvidamos del partido de vanguardia cristiana social comunitaria, nacional y popular. Nos alejamos de la base social y nos olvidamos de que el partido lo hacen los militantes y adherentes. Nuestro partido se convirtió en una oligarquía de poder que dio espacio al clientelismo político; convirtiendo incluso a militantes en verdaderos clientes de causas particulares y personales. Nos empapamos con el concepto “progresista” cuando el sólo hecho de optar por la propuesta cristiana nos hace progresistas y revolucionarios. Nos olvidamos que el PDC fue grande cuando estaba junto al pueblo y compartiendo sus causas justas y reivindicativas; cuando luchábamos por la participación social, por la creación de tejido social, por el desarrollo para el bienestar de los trabajadores, de la mujer, los campesinos, la juventud. Este es el camino que dejamos de lado, dejamos de lado la justicia social.....Recuperar nuestras raices, es volver a retomar el camino, volver a sentirnos parte de una comunidad política que tiene como objetivo “servir a los demás”, servir desde nuestra propuesta cristiana donde está presente la solidaridad, la tolerancia, el sacrificio, la fuerza de la convicción de lo que somos que se encierra en el concepto “vanguardia cristiana social comunitaria”. El mejor ejemplo de nuestra propuesta está en lo que se denomino “Revolución en Libertad” se convirtió en algo concreto mucho de lo que nos mantuvo la motivación para estar en política. Se chileniza el cobre, como el primer paso para su nacionalización; se crea la organización de mujeres, como una forma de iniciar el proceso de reivindicación de género; se transforma el sistema educacional, fortaleciendo la educación pública, permitiendo que no queden jóvenes sin estudiar; se pone en marcha la reforma agraria, entregando tierras al que la trabaja; se apoya a los pirquineros, a los pescadores artesanales, a los artesanos o micro productores a través de la creación de cooperativas de trabajo; se alfabetiza en todo el país; se promueve la cultura y las artes a través de la promoción popular; se abren las puertas a quienes no son sujetos de crédito en el sistema financiero privado, apoyando y promoviendo las cooperativas de ahorro y crédito; se apoya y promueve la creación de tejido social, como una forma de participación para darle solidez a la democracia. En este sentido se ponen en marcha lo que nuestros camaradas fundadores y Jaime Castillo, nos decía, teoría y práctica. Esta forma de hacer política está vigente. Muchos dicen que lo anterior es retroceder, pues bien, decir esto es decir que la propuesta cristiana no tiene cabida en nuestro actual espacio, les digo que cuando aprobaron la ley que desperfilo a las juntas de vecinos, entonces se retrocedió. Cuando el neoliberalismo depredador, fomenta el enriquecimiento de unos pocos a costa de los muchos, cuando se mercantiliza todo, cuando se promueve el individualismo y se elimina la solidaridad; cuando el señor mercado está destruyendo nuestro hábitat y dejando menos espacios para la vida, nuestra propuesta cristiana se hace más relevante y vigente.
Sin embargo, cada día podemos visualizar que hemos aprendido poco, porque en vez de reflexionar en base a nuestros propios errores, sobre la marcha, sobre lo que existe y sobre lo que se ha construido en este último tiempo, a mi juicio erradamente, se pretende seguir avanzando en la misma dirección. Hoy hacen una convocatoria, a los sectores no conservadores del PDC a unificar fuerzas, ante lo cual me parece importante para tener una propuesta, sin embargo le pregunto a muchos de ellos ¿qué hicieron en todos estos años de concertación por mantener nuestra propuesta? ¿Ahora muchos rasgan vestiduras, cuando por mucho tiempo bailaron al son de la oligarquía que manejaba el poder, convirtiéndose en clientes políticos? ¿Cuántos de los que hoy hacen el llamado, avalados por la oligarquía reinante se sentían dueños de repartir la credencial de “chascones” o “progresistas”? ¿Cuántas puertas cerraron a quienes de una u otra manera tratábamos de hacer política social comunitaria en el mundo social porque iba en contra del poder establecido? ¿Cuánto durara esta toma de conciencia, que es producto de una fuerte caída y no de una convicción de habernos equivocado de camino?
En ningún caso estoy en contra de dialogar y proponer, sin embargo creo fuertemente que tenemos que decir las cosas como las sentimos y como las hemos visto, que provoque debate. Porque lo único que es de mi interés que volvamos a reconstruir una organización política que sea: Vanguardia Cristiana Social Comunitaria.
Manuel Román Jiménez
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La reforma de la salud en el nuevo gobierno . Daniel Verdessi

Parece evidente que el modelo de reforma de la salud implementado por los gobiernos de la Concertación no parece molestarle al nuevo gobierno.
Al comienzo del gobierno del Presidente Lagos estaban enfrentadas ideológicamente a lo menos tres posturas:
Una posición catalogada como estatista en la que la salud era esencialmente pública con un regulamiento estricto del sector privado, y en especial de las isapres.
Una visión francamente privatizadora, que apoyaba la portabilidad de los subsidios, lo que favorecería la competencia público-privada y que aumentaría el predominio de los privados, por una mirada muy negativa de la eficiencia y eficacia de lo público.Una visión integrada, que se basa en la cooperación y colaboración de los dos subsectores, buscando la eficiencia en el uso de los recursos de ambos, pensando en una integración del servicio público con el mercado, ofreciendo posibilidades de participación del sector privado, en especial en la entrega de servicios con un marco regulatorio ejercido por el Estado.

Esta última opción logró ser acogida por el consejo nacional de la DC, lo que facilitó el camino a su desarrollo, al igual que el decidido apoyo del Ministerio de Hacienda y de la tecnocracia gubernativa.
Parece obvio que el nuevo gobierno tiene todos los elementos para favorecer el subsidio a la demanda y a la portabilidad de éste, ya que la construcción de la reforma que la propia Concertación hizo en su oportunidad tiene los elementos necesarios para ello.

Quienes tenemos la mirada en el sector público como la gran esperanza de los pobres pedimos que en el futuro gobierno las reglas del juego se respeten, y que la opción de la salud integrada, con cooperación entre los dos subsectores, incluya la posibilidad de un real mejoramiento de la gestión de los hospitales y de los servicios de salud.
En el programa de Piñera se prevé la construcción de mas de diez hospitales y 70 consultorios, tarea titánica si se considera que las nuevas exigencias para la construcción de hospitales exige costos de alrededor de 100.000 millones de pesos para un hospital de alta complejidad.
De cumplirse dicho objetivo y si se implementa un modelo de gestión en dichos hospitales, estaremos de acuerdo en que se estaría cumpliendo con las reglas de juego de la reforma y no se estaría privatizando el sistema por abandono del sistema público y tendríamos que estar de acuerdo en la gestión que realice el futuro gobierno.

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miércoles, febrero 24, 2010

Alternativa a los "príncipes" DC. La Segunda

Cincuenta y seis militantes DC -algunos dirigentes nacionales, regionales y otros de base- resolvieron levantar una alternativa para la elección de la futura mesa del partido y firmaron una proclama -llamada "El RECAMBIO EN LA DC no son sólo los denominados Príncipes".
El grupo convoca para el 6 de marzo al "Encuentro Nacional Progresista por la Refundación del PDC", reunión que surge a partir de la derrota de la Concertación.
Entre los convocantes destacan Humberto Burotto, Carlos Dupre (JDC), ex candidatos parlamentarios como Tomás Jocelyn Holt; también el hijo del ex senador Rafael Moreno, Pablo Moreno, quienes, señala la proclama, están "disponibles para levantar una opción a los Príncipes".....En una carta enviada al Consejo Nacional Ampliado del PDC, los firmantes señalan que "declaramos nuestra firme convicción de que a la Democracia Cristiana le corresponde un rol de oposición frente algobierno de la derecha (...) Creemos que la responsabilidad política tiene que ser asumida de cara al país y frente a la militancia (...) por el Presidente del PDC, señor Juan Carlos Latorre, quien no nos da garantía de conducción política en el actual periodo de reflexión y renovación de la estructura partidaria. Hacemos un llamado a que asuma su responsabilidad política dando un paso al costado y permitiendo con ello que operen las normas estatutarias de subrogación".Este es el cuerpo del post. Aquí quedará todo el texto que deseamos aparezca al hacer click sobre el link de ´´Leer más``. Es el texto que no se ve a primera vista. [+/-] Seguir Leyendo...

lunes, febrero 22, 2010

La desilusión meritocrática. María de los Angeles Fernández

Era una misión imposible que el equipo ministerial de Sebastián Piñera dejase a todos contentos. Dado que se veía enfrentado a conjugar un conjunto de criterios, algunos heredados, no debe sorprender que más de alguno resultara damnificado. Es lo que sucedió con el género y la experiencia política. Apenas un tercio de ministras integran el gabinete por lo que Chile pierde el sitial de honor que llegó a ostentar en materia de igualdad política de género a nivel ministerial. Por otra parte, si bien se observa abundancia de récords académicos y experiencia empresarial, ello no es garantía de éxito en un campo como el político, donde se requieren habilidades en negociación, transacciones y conciliación de intereses diversos. Transantiago, que todos parecen querer ahora olvidar, es un buen producto de lo que, con su habitual desparpajo, el timonel de RN, Carlos Larraín, denominó en su momento “gabinetes académicos”. ¿Quién, en su sano juicio, quisiera volver a vivir una experiencia tan tortuosa? ......Del conjunto de ministros que debutará en marzo se ha dicho que está compuesto por gerentes, gremialistas, pitucos y amigos del Presidente. Aunque simpático, éste no deja de ser un esfuerzo un tanto descriptivista y que no ayuda a focalizarse en lo esencial: las implicancias que esta primera decisión del mandatario electo tiene para la calidad de la democracia chilena. Son varias como la concentración de poder que se produce, con prescindencia de la desvinculación formal y momentánea que varios harán de sus participaciones empresariales pero, por ahora, la más resaltante es una cierta desilusión meritocrática. Es meritócrata aquella sociedad en la que el éxito se basa más en los méritos personales que en el principio hereditario, el sesgo de clase o los prejuicios. Sin embargo, la primera foto de familia ministerial destila un espíritu inquietante de clan: la coincidencia y superposición de las calificaciones técnicas con los privilegios de nacimiento y de riqueza, los que confluyen de manera intrincada para ser designados en tan importantes responsabilidades. Salvo una que otra excepción plebeya, se produce una disonancia cognoscitiva con el predicamento de la derecha de que cualquiera puede llegar lejos porque lo que realmente importa es el esfuerzo personal, el talento, la disciplina y el sacrificio mañanero. El “dream team” de Piñera, lamentablemente, pudiera no ser el “dream team” de vastos sectores de la sociedad chilena que aspiran a niveles mayores de reconocimiento e inclusividad. [+/-] Seguir Leyendo...

Preparando y preparándose para la crisis. Ivan de Rementeria

La incógnita no explicitada en la espera de la asunción del gobierno de Sebastián Piñera está en la orientación económica y social que este asumirá a partir del 11 de marzo próximo, es decir, como se distribuirá el excedente económico socialmente producido y como se controlará políticamente a la sociedad. Las orientaciones posibles son dos:
Una dirección es mantenerse en la línea de la protección social mitigando la pobreza causada por la mala distribución del ingreso mediante el creciente gasto público social – Chile Solidario, Programa Puente y otros -, con un crecimiento económico mediocre y un desempleo significativo, política instaurada por la Concertación y exitosamente culminada por la Presidenta Bachelet........La otra dirección es utilizar progresivamente el excedente como inversión privada para lograr un crecimiento económico significativo y disminuir el desempleo, a costas de una mayor precarización laboral y cada vez menor participación del trabajo en el ingreso nacional. Las propuestas centrales del nuevo gobierno son crecer al 6,0% anual, crear un millón de puestos de trabajo durante el cuatrienio y derrotar a la delincuencia. La prioridad económica otorgada a la promoción y desarrollo de las pymes indica claramente que el empleo precario y autoempleo son la solución propuesta.

Las características personales y colectivas del Gabinete designado por Piñeira indicarían una tendencia en la segunda dirección antes esbozada, lo cual requerirá de un respaldo político mayor al que tiene en la actualidad la Alianza y sus pocos aliados. El respaldo popular de la derecha no es mucho, en un país con un potencial electoral 11,8 millones de votantes Piñera sólo obtuvo 3,6 millones, 144.000 votos menos que Bachelet en 2006.
En el Parlamento la Alianza está en una minoría de dos votos en el Senado y con una mayoría de un voto en la Cámara de Diputados. Cualquier reforma económica y política importante requiere de la creación de una nueva mayoría parlamentaria. Por eso, el nuevo Gobierno clama por una política de los acuerdos y actúa cooptando para el Gabinete y el campo internacional a dos prominentes líderes de la Concertación como los son Jaime Ravinet y José Miguel Insulza, uno DC y el otro PS, así se da la imagen de buscar un “gobierno de unidad nacional”, los cuales sólo son convocados para afrontar grandes crisis.

No obstante, el ímpetu gerencial del Presidente electo no busca los acuerdos políticos sino que los fichajes personales emergentes. Tal procedimiento en el Parlamento, los partidos políticos, los sindicatos y otras organizaciones sociales puede ser exitoso dada la “discolopatía” generalizada que viene padeciendo el conjunto de los partidos de la Concertación – caso Flores y Schaulson en el PPD, casos Zaldivar y otros en la DC, casos Navarro, Enriquez-Ominami y Arrate en el PS, bien podemos decir que el “desgranamiento del choclo” en la Concertación comenzó mucho antes de su derrota-, el camino de la “cohabitación” para lograr la gobernabilidad no será con cama grande sino que chiquita, pero con un par de votos más en la Cámara de Diputados y en el Senado se puede gobernar tranquilos.
Además, todos los asuntos públicos se volverán lo suficientemente complejos sino graves para que dejen de ser asuntos del Gobierno y pasen a ser asuntos de Estado, como la delincuencia, para lo cual se necesitan 10.000 carabineros más y “ponerle candado a la puerta giratoria”, así se impondrá una necesaria “gobernanza”.

El historial económico y político de la derecha como heredera de las oligarquías tradicionales desplazadas del poder por la propuesta mesocrática de Arturo Alessandri en 1925 no es muy bueno, desde ahí solo ha tenido el poder con Jorge Alessandri (1958-1964) y la dictadura de Pinochet (1973-1990). En el primer caso el Gabinete técnico encabezado por el triministro (Hacienda, Economía y Minería) Roberto Vergara, muy rememorado en estos días, fracasó estrepitosamente en su política de “liberalización económica” con la corrida del dólar en septiembre de 1962 que fue de un 50% de un día para el otro.
La dictadura de Pinochet sostuvo su política económica privatizadora y de apertura al mercado internacional, con costos sociales que elevaron el desempleo del 4,0% al 25%, la pobreza del 22% al 44% y la extrema pobreza del 9,0% al 18%, el control político se logró gracias a la desregulación de la violencia del Estado, cuyos efectos colaterales fueron los graves atentados contra los derechos humanos, no obstante el modelo económico fracasó estruendosamente en 1982 con la quiebra generalizada del sector financiero y que se expresó con una caída del PIB del 20% entre 1982-1983 –cosa que probablemente no le ha sucedido a ningún país desde que existen las estadísticas económicas-, el salvataje por el Estado del sector financiero costó la tercera parte del PIB.

Además, el contexto internacional en que se instalará la “nueva gerencia” de Chile, señala que la reciente crisis económica global sólo ha sido superada en su aspecto financiero, en estos días la confianza de los inversionistas está gravemente mermada en el sur de Europa, pero el hecho más indicativo en lo internacional es el desempleo que se mantiene un 20% mayor que antes de la crisis. Solo podemos confiar en la demanda por cobre de las locomotoras del mercado internacional que son China e India, pero ¿ellas en quien confían?
La fuerza de la sociedad civil organizada sobre todo de los sindicatos es crucial para negociar una aplicación del modelo gerencial al país que evite un “daño colateral” para la sociedad toda que sea mayor al beneficio económico que se apropiaran los mandantes del Gabinete técnico y “apolítico”, sobre todo para impedir una nueva desregulación de la violencia pública bajo pretexto de luchar contra la delincuencia y el narcotráfico. El conflicto mapuche, el conflicto con los trabajadores subcontratados, el conflicto con los estudiantes han sido toda una escuela de preparación para un “conflicto mayor”.

Otra gran incógnita es la capacidad real del aparato sindical para defender los derechos e intereses de los trabajadores y de la sociedad civil para defender y representar los suyos, sobre todo en los campos de la calidad de la educación, la salud y la previsión social -protección social. La Concertación no ha precisamente empoderado a las organizaciones sociales para representar y defender sus derechos e intereses, más bien ha desarrollado una práctica de cooptación y dependencia institucional y financiera de sus dirigentes que bien puede ser empleada por el nuevo gobierno.
El empodermiento de las organizaciones sociales sólo se ha limitado a capacitar a sus dirigentes pero no a darles competencias a las organizaciones para representar y defender a los suyos. La participación social es sólo informativa o consultiva pero en ningún caso deliberativa, resolutiva para los actores sociales y vinculante para las autoridades. Los dirigentes sociales así adiestrados –preformados- bien se pueden plantear que si Ravinet e Insulza se comportan como estadistas en pro de una política de acuerdos, por una política de Estado ¿por qué uno no? Los partidos políticos de la Concertación, también los de la Alianza según los acontecimientos recientes, no parecen estar capacitados para confrontar y negociar exitosamente con los equipos tecnocráticos del nuevo gobierno y del aparato público en general.

En el campo político el nombramiento en el gabinete ministerial de Joaquín Lavín para Educación, copropietario de la Universidad del Desarrollo e importante miembro del Opus Dei, la de Camila Merino en trabajo, cuya mayor experiencia es la gerencia laboral en el sector privado, y a María Ignacia Benítez en medio ambiente, conocida como asesora ambiental de empresas contaminantes, son un desafío muy fuerte -una provocación se dirá- a las organizaciones sociales que luchan por una educación pública universal y de calidad que le asegure a todos los jóvenes igualdad de oportunidades en la actual “sociedad del conocimiento”, por una regulación laboral que garantice una distribución más equitativa del ingreso y desarrolle un mercado interno real, así como por una protección efectiva y derecho de usufructuo social de los recursos naturales nacionales, incluida allí el agua.El Mostrador.
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¿Qué tan independientes son los independientes?. Alfredo Jocelyn-Holt

Digamos que "independiente" -término tan de moda en estos días en nuestro escenario político- es un eufemismo al que se recurre en círculos de derecha para no decir las cosas derechamente por su nombre. Repasar nuestra historia nacional da luces claras al respecto.
La respuesta a esta pregunta no puede ser sino equívoca, tan de doble o triple sentido como el término a que hace referencia. Por supuesto que existen "independientes", gente que entra a la política sin militar en algún partido; pero, siendo frecuente, por no decir sin excepción, que ellos provengan de la derecha -casi no hay "independientes" de izquierda-, es obvio que estamos ante un fenómeno mucho más circunscrito y definido. En estricto rigor, además, "independiente" es un adjetivo, no el sustantivo con el que, con mala gramática política (fuente siempre de malentendidos), se les quiere identificar para darles un realce o aura exótica.....Digamos, pues, que "independiente" es un eufemismo al que se recurre en círculos de derecha para no decir las cosas derechamente por su nombre. El ejemplo clásico es el de Jorge Alessandri quien, por donde uno lo mire, de independiente autónomo tenía bien poco. Pertenecía a una dinastía política que, aun admitidos los vaivenes y canas al aire de su padre (el "León" fue candidato de la izquierda en 1931), hacia 1958 llevaba casi siete décadas acaparando y ambicionando las más altas magistraturas desde el Partido Liberal.
Él mismo había sido diputado, ministro de Hacienda y senador ya antes, y aunque en esos puestos figurara sin militancia partidista, gozó del apoyo de conservadores y liberales. En su caso, la tan mentada independencia pretendía reunir a dos conglomerados (parecido en eso a la doble "pertenencia" partidaria de Ricardo Lagos en la izquierda concertacionista) que, sumados, abarcaban el abanico casi completo de la derecha de la época. Si a ello le agregamos sus estrechos lazos con la empresa privada (la Papelera y la Confederación de la Producción y del Comercio), es obvio que tanto antes como después de 1958 (no olvidemos su candidatura en 1970 y su apoyo postrero a la dictadura) esto de ser "independiente" nunca supuso no tener domicilio político reconocido.

Lo mismo podría decirse de la UDI (Unión Demócrata Independiente), en que nuevamente se hace hincapié en el término, aludiendo a sus orígenes "gremialistas", críticos de los partidos. Pero ¿qué tan críticos si las huestes de Jaime Guzmán terminan convirtiéndose en un partido y su trayectoria es claramente adicta a la dictadura militar?
Atendidos estos dos casos, los más recientes, ¿no será que este afán por autocalificarse "independiente" encubre propósitos más ambiciosos? La aparición del neologismo se remonta a las décadas de 1950 y 1960, y bajo la dictadura, cuando los partidos en general, y los de derecha en particular, pasaban por graves crisis y se cuestionaba el sistema de gobierno y administración de Estado de mediados de siglo. Para lo cual la derecha de la época da con una solución de corte anti-política, postulando que había que manejarse en adelante con criterios nacionales y técnicos; una suerte de ingeniería aséptica que nos permitiera volver a crecer económicamente y dejar de dividirnos como país vía revolución.

Fracasado el primer intento gerencial, el de Jorge Alessandri, precisamente porque le falla el piso político y la derecha casi desaparece frente a la centroizquierda (Frei Montalva) e izquierda (la UP), sucede un "segundo tiempo" -la dictadura- en el que se prescinde de toda competencia política, inclusive de la derecha partidista derrotada. Se opta por un autoritarismo fáctico y se asume un saber tecnocrático supuestamente más allá del bien y del mal.
¿Es que, entonces, debiéramos entender la "independencia" como una licencia de corso extendida a una tecnocracia que se supone a sí misma neutra políticamente? ¿Fueron Heidegger, Albert Speer o Robert McNamara neutrales, por lo mismo que profesionales competentes en sus respectivas especializaciones? La palabra "independiente" está demasiado cargada de referencias densas y discutibles, en clave siglo XX, como para presumir, sin más, la existencia de una independencia a secas.

Nada extraño
Ahora bien, no eludo que el uso del término pueda apuntar a otras acepciones posibles. La expresión es equívoca. Decíamos que los "independientes" son más frecuentes en la derecha que en la izquierda. Nada de extraño. La derecha, antes de convertirse en un referente definido a partir de su oposición a la izquierda, fue una clase social. Un conglomerado inicialmente endogámico, con una vocación tan pública como oligárquica, a la que se pertenecía por derecho propio, redes y filiaciones familiares; adscripción que, con el tiempo, se volvería más móvil y laxa, extendiéndose a nuevos grupos, sea que éstos estudiaran en los mismos colegios, frecuentaran los mismos espacios de sociabilidad (clubes y lugares de veraneo) o fueran admitidos por vía meritocrática o de negocios. En fin, nada que ver con las "adhesiones" voluntarias exigidas a militantes de izquierda, afectos además a una pureza y disciplina doctrinaria rígida, revolucionaria, cuando no militar (i.e. el PS), inconcebibles en la derecha.
Un solo botón de muestra basta. El primer periódico conservador del siglo XIX se llamó "El Independiente"; título que llevó al arzobispo de la época a preguntarse: "¿independiente de quién?", a sabiendas que, tratándose de conservadores laicos sus editores, se aludía a la más alta jerarquía eclesiástica. Por muy piramidal que haya sido el mundo señorial decimonónico, hasta los conservadores más beatos eran suficientemente celosos como para exigir ser sus propios patrones, primus inter pares, sin que nadie los mandara.

Tradición "independiente" de derecha, esta última mucho más antigua que la tecnocrática que reseñábamos antes, y que si se la observa con cuidado perdura hasta nuestros días. Por de pronto, cada vez que la derecha se opone a que se interfiera con el individuo per se, o bien, cuando se muestran escépticos a miradas colectivas o grupales del Estado, los sindicatos, la Iglesia y, desde luego, los partidos.
¿Es que la derecha chilena es contradictoria entonces? No necesariamente. Siendo tan liberal como conservadora, no es raro que se manifieste de manera casuística adhiriendo a uno u otro de sus polos posibles según cómo venga la mano. Ésta es su principal constante. De ahí que en el pasado bregara, a veces, a favor del autoritarismo centralizado (por eso el prestigio que le atribuye a Portales o a Montt), mientras que, otras veces, luchara sin cuartel en contra de esa misma concentración excesiva de poder presidencial (en contra de Balmaceda o de Ibáñez).

El rol de los partidos
Visto así el asunto, la clave de la derecha reside, por supuesto, en sus partidos, en su pluralidad a la par de la capacidad para unirse siempre en momentos límites (1964, 1970-1973). En fin, en su pragmatismo y capacidad tanto de presión cuando son oposición (1990-2009), como de negociación cuando se llevan bien con los gobiernos (1932-1952, 1958-1964).
En efecto, en Latinoamérica no existen equivalentes a nuestros partidos de derecha, en lo que respecta a su solidez, continuidad y flexibilidad. Son ellos los que marcan el grado de "independencia" o no del poder establecido, sea éste el Estado, el Ejecutivo, la Iglesia o los militares, a todos los cuales la derecha, en algún momento de su larga historia, se ha opuesto.

¿También al empresariado? Pregunta evidentemente complicada, dado el nuevo escenario con un hombre de negocios presidiendo el Ejecutivo y muchos de sus ministros recién nombrados provenientes del mundo empresarial. Con todo, la inquietud es legítima. Los ministros, en su mayoría, son "independientes" de los partidos; y la crítica al empresariado por su actuar fáctico, al margen de los partidos, ya se expresó una vez -recordemos- al inicio de la transición desde nada menos que los partidos de derecha. De ahí que sea tan clave inquirir sobre qué se entiende por "independiente". Reservar este término únicamente a su acepción y veta reduccionista, anti-política y anti-partidos, puede ser contraproducente para un gobierno de derecha.
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Lo bueno y lo malo . Patricio Zapata

El Presidente electo ha presentado a su equipo.
En lo positivo, quiero destacar la valía personal y profesional de varios de los futuros ministros. El jefe del gabinete, Rodrigo Hinzpeter, es un hombre muy inteligente y demócrata desde temprano (lo sé, porque fuimos compañeros de curso en la universidad). Felipe Bulnes, el ministro de Justicia, es un talento jurídico de primerísimo nivel. Cristián Larroulet, por su parte, conjuga admirablemente el conocimiento de las políticas públicas con un carácter dialogante y afable. Estas cualidades lo transforman en un digno sucesor de quienes le han dado su sello a la Segpres (Boeninger, Arriagada y Viera-Gallo).....Podría decir cosas buenas de otros ministros, pero quiero dejar espacio para la crítica.

Me ha parecido lamentable, en primer lugar, que so pretexto de la unidad nacional el Presidente electo haya destinado gran parte del mes de febrero a pirquinear entre miembros de la DC para ver si encontraba un par que, por buenas o malas razones, estuviera dispuesto a dejar su partido por un cargo. Si lo que se buscaba, en verdad, era lograr acuerdos en el Congreso a partir de marzo, y no simplemente anotarse un porotito comunicacional, lo que había que hacer era conversar con los partidos. El "logro" de haberles levantado un militante no facilitará ese diálogo.

Me preocupa, en segundo lugar, que a los ministros les falte autonomía. Si a los fanáticos de la tecnocracia les gustó la imagen de los elegidos posando sonrientes con un pendrive con instrucciones colgando del pecho, a mí me inquieta. Prefiero líderes antes que clones. En ese sentido, lo ocurrido con el futuro ministro de Hacienda a propósito del impuesto a los combustibles es una mala señal. No me imagino a Foxley, a Eyzaguirre o a Velasco aguantando que el ministro de Economía se meta en su territorio, o que el Presidente les quite el piso tan brutalmente... y tan temprano.

En cuanto al cuestionamiento que se ha hecho del carácter "cuico" o "peloláis" de los ministros de Piñera, es evidente que dicha circunstancia no obsta a que puedan servir eficazmente a los más necesitados. El problema es que la falta de diversidad es una debilidad estructural de nuestra élite dirigente. Ahora bien, en los gabinetes de la Concertación -en los que también se repetían familias y colegios- hubo, sin embargo, espacio para talentos de auténtica raíz mesocrática (Enrique y Germán Correa) u originaria (Francisco Huenchumilla o Yasna Provoste). El futuro Presidente, en cambio, parece pensar que la excelencia se acredita únicamente con cartón de la Pontificia y posgrado en los Estados Unidos.
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Dirigentes sindicales critican a futuro ministro del Interior. Presidente de la CUT, declara que “no sólo no conoce a los sindicatos, ni a sus organizaciones sociales, simplemente no conoce la sensibilidad del pueblo organizado”. "No claudicaremos" dice presidente de los profesoresEste es el cuerpo del post. Aquí quedará todo el texto que deseamos aparezca al hacer click sobre el link de ´´Leer más``. Es el texto que no se ve a primera vista. [+/-] Seguir Leyendo...
Senadora electa Ximena Rincón afirma: “Hoy (en la derecha) ya hacen artificios públicos para decirnos que no cumplirán sus metas y las ofertas que ellos mismos le prometieron a los chilenos en la campaña”. "Seremos una oposición vigilante"Este es el cuerpo del post. Aquí quedará todo el texto que deseamos aparezca al hacer click sobre el link de ´´Leer más``. Es el texto que no se ve a primera vista. [+/-] Seguir Leyendo...

domingo, febrero 21, 2010

Padre Renato Poblete s.j. Fernando Silva

Camarada:
Comparto esta imagen que nos entregaron en la Misa de despedida del Padre Renato Poblete s.j., a la que asistí para acompañar a este Sacerdote que sirvió a toda la Gente y especialmente a los más pobres, que siguió la Senda de San Alberto Hurtado, su maestro y guía y nos demostró que Servir siempre….es posible!!..
En estos días las palabras que señalaron su vida suenan desde lo profundo del alma y nos invitan a una Nueva Vida:
“El Padre Renato era un Apóstol inquieto, amaba la vida sacerdotal, de profunda vida religiosa, su partida lo sorprendió en un retiro espiritual en su comunidad de los Jesuitas. Querido por TODOS, fiel discípulo de Jesucristo y continuador de la obra de San Alberto Hurtado, la que hizo crecer y fortalecer. Tenía un Gran Don hacia los demás…Nos mostró un camino para Servir!!!”.He participado en la Misa teniendo muy presentes a los camaradas de Ñuñoa, en su nombre lo despedí y por quienes pedí a San Alberto Hurtado y al Padre Renato Poblete nos guíen en el Servicio a los demás, en la búsqueda del Bien Común, en la Solidaridad y en la vivencia de una Real Fraternidad.

Un Fraternal Saludo
Fernando Silva M.
Presidente
PDC Ñuñoa
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viernes, febrero 19, 2010

Pistaccio: “Tengo convicción de que no he cometido delito”.

Muy sorprendido se mostró el vicepresidente DC y ex subdirector de operaciones del Registro Civil, Enzo Pistaccio Sassarini, por la información que señala que enfrentaría cargos por el delito de fraude al fisco por presuntas irregularidades detectadas en un grupo de contrataciones a honorarios de mediados de 2006 en dicho servicio“No me esperaba esta formalización, porque tengo la absoluta convicción de que no he cometido ningún delito. Ha transcurrido más de un año que de buena fe fui a prestar declaración ante la fiscal e Investigaciones y nunca encontré que en esas entrevistas se me estuviera adjudicando algún comportamiento indebido”, declaró a radio Cooperativa.

Con respecto a lo que se le está acusando, el democratacristiano mencionó que “no sé si esa es la imputación, porque ahora uno se notifica por la prensa de esta formalización. Yo no tengo ninguna notificación oficial y mi abogado tampoco. No sé de verdad de qué se me está imputando”.

Pistaccio se mostró un poco molesto de que la noticia apareciera en los medios antes de una notificación oficial. “Ya me siento como juzgado por la opinión pública, porque cómo se defiende uno de esto. Lo único que me queda en contestar por otros medios, entones se provoca una polémica y finalmente eso perjudica más a la causa”.

Pistaccio aclaró que de las 8 contrataciones irregulares de las que se le acusa, sólo 2 personas fueron solicitadas por él, la periodista Miriam Verdugo y Heriberto Arancibia Rocha, avalando que realizaron su trabajo de manera normal y tal como esta dispuesto.

“Voy a tener que defenderme en los tribunales. Tengo plena confianza en la nueva justicia que hemos adoptado como país. Espero que los comportamiento poco responsables de algunos y que hoy me afectan a mí no enturbien el esfuerzo que hemos hecho todos los chilenos por construir una mejor justicia”, aseveró
La Nacion.
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martes, febrero 16, 2010

La Moneda y los gerentes . Max Colodro

Sebastián Piñera comienza a dar forma al equipo ministerial con que iniciará la gestión de su gobierno el próximo 11 de marzo. La semana pasada dio a conocer el nombre de los ministros y antes de este viernes estarán sobre la mesa las identidades de los subsecretarios. Es una etapa decisiva en la instalación del nuevo equipo, en la que el Presidente electo empieza a definir el perfil de su administración y a calibrar el tenor de sus definiciones políticas. Los ojos y la atención pública están puestos en el proceso en curso, pero ya es posible esbozar algunas líneas de análisis respecto de las decisiones concretadas. ....Ha sorprendido la dureza con que senadores de la propia Coalición por el Cambio han reaccionado a los primeros nombramientos. Sobre todo, porque las críticas provienen de parlamentarios que tendrían o más bien tuvieron aspiraciones ministeriales; una alternativa posible que adquirió fuerza y visibilidad desde el momento en que la actual Presidenta decidió convocar hace un tiempo a una diputada en ejercicio a un cargo ministerial. Como se ha hecho manifiesto en estos días, el precedente fue a todas luces una mala señal política, una decisión que, si bien legal y constitucional, terminó borrando con el codo el sentido inherente a la representación parlamentaria; un escenario que a su vez deja a las directivas de los partidos en situación de poder reemplazar por secretaría aquello que han decidido los ciudadanos y, lo que es más delicado aún, que convierte a los parlamentarios en potenciales incumbentes en toda definición de un cargo ministerial. En rigor, la rabieta y el berrinche de algunos en estos días no tendría espacio ni legitimidad si no fuera precisamente por el mal precedente sentado por la actual administración. Si la decisión del nuevo mandatario apunta a corregir esa distorsión y a debilitar futuras pretensiones, el criterio de dejar fuera a parlamentarios electos o en ejercicio por sobre cualquier otra consideración es bueno para el sano equilibrio y la independencia que se requiere entre los poderes del Estado.

Otro hito de este nuevo gabinete ha sido el enorme peso de los independientes, que destaca frente a la presencia exigua de cuatro militantes de RN y cuatro de la UDI. Es, con seguridad, la apuesta más arriesgada de Piñera, una definición que echó por tierra la nociva lógica del cuoteo, pero que puede anticipar dificultades similares a las vividas por el gobierno de Bachelet al inicio de su administración. Con todo, y como anticipando lo que ya se observa como un maridaje difícil entre el Ejecutivo y sus partidos, Piñera dispuso en La Moneda un triunvirato destinado a concentrar y a canalizar el conjunto de la iniciativa política del gobierno. El perfil técnico y gerencial de la mayoría de los ministros sectoriales no tiene en este esquema mucho espacio para las definiciones estratégicas y ese será probablemente un área de posibles tensiones en la nueva administración. El peso político de un Hinzpeter, la experiencia y el manejo legislativo de Larroulet, y el bagaje en materia de análisis político y electoral de Von Baer no tienen hoy día correlato ni equilibrio posible en el resto del gabinete, ni siquiera en el ministro de Hacienda, tradicional factor de equiparidad entre la lógica política y la lógica técnica dentro de todo equipo ministerial.

En ese punto radica, quizás, uno de los nudos políticos más delicados que el nuevo gobierno deberá encarar desde el primer día. El eventual divorcio entre un equipo político omnipresente y un gabinete sectorial casi decorativo es un riesgo alto en una administración que tendrá una oposición políticamente dura, y donde los temas de gestión tenderán a un natural rezago en la agenda pública. La fuerza y el peso específico de los ministros de La Moneda es sin duda el principal acierto del primer gabinete de Piñera, pero bien pudiera ocurrir el efecto paradójico de que la iniciativa política termine a la larga por desdibujar los desafíos y los logros sectoriales, hasta el punto que la frondosidad del bosque impida ver los árboles. Un lujo que no se puede dar un gobierno obligado a mostrar logros tangibles, y cuyo principal desafío histórico es asegurar al menos una administración de continuidad.
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Canciller lanza libro y evalúa postular a presidencia DC

Dos actividades tiene agendadas el canciller Mariano Fernández para la primera semana de marzo. El martes 2 lanzará el libro recopilatorio "El mundo desde el sur: voces de Chile en política exterior". Y el viernes 5 participará del cónclave convocado por los denominados "chascones" para analizar el escenario interno de la DC.El estreno del libro -al que están invitados como presentadores Rodrigo Álvarez (UDI), Ignacio Walker (DC) y Jaime Gazmuri (PS)- se producirá sólo horas después de que el ministro acompañe a Michelle Bachelet a la asunción de José Mujica en Uruguay, cerrando los viajes internacionales de la actual mandataria.

La cita con los falangistas, en tanto, podría representar el inicio de una nueva etapa en la trayectoria del diplomático de 64 años, ya que se le planteará la idea de presentarse como candidato a la presidencia de la DC.

Fernández ha pertenecido históricamente a la facción "chascona", vinculada al ala más progresista del partido, que ha permanecido prácticamente inactiva en los últimos años tras la muerte de uno de sus líderes Claudio Huepe. Una realidad que pretende modificar el senador Mariano Ruiz-Esquide, quien lidera la convocatoria para el próximo encuentro.

Fue el propio parlamentario quien el viernes pasado se contactó con Fernández para invitarlo al cónclave. En dicha conversación, también le planteó la intención de ungirlo como candidato a la presidencia del partido, idea que no fue descartada por el ex embajador de Chile en Washington.
"Él todavía no ha dado una respuesta positiva, pero ha dejado abierto el camino", comentó ayer Ruiz-Esquide, quien añadió que el ministro sería "un excelente presidente para nuestro partido".

Entre los "chascones" existe confianza en una respuesta positiva de Fernández. Uno de los factores que podría incidir en su decisión es el fin de los gobiernos de la Concertación, durante los cuales él se desempeñó como subsecretario, primero, y como embajador en España, Italia y Estados Unidos después.

Y aunque él ha dicho que cualquier definición la tomará después del cambio de mando del próximo 11 de marzo, sus cercanos señalan que una posibilidad cierta es que permanezca en Santiago en los próximos meses y que le interesa el devenir que tendrá su partido en el gobierno de la Alianza.
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Ex ministro y Senador electo Andrés Zaldívar critica a Piñera por designación de Jaime Ravinet: “No se hace eso de meterse a una casa por la puerta de la cocina”. Además señala que explicaciones del ex DC ministro de Defensa "no son aceptables ni entendibles"Este es el cuerpo del post. Aquí quedará todo el texto que deseamos aparezca al hacer click sobre el link de ´´Leer más``. Es el texto que no se ve a primera vista. [+/-] Seguir Leyendo...

La nueva forma de gobernar . Eugenio Tironi

Si alguien decide ir al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) a reclamar por el gabinete que anunció el Presidente Sebastián Piñera, le aseguro que saldrá con la cola entre las piernas. Éste hizo exactamente lo que prometió y lo que los electores le compraron. Ofreció conducir el Gobierno con la lógica de la empresa privada, y el equipo que ha formado responde exactamente a eso. Ofreció también que actuaría sin atender a los equilibrios entre partidos, y así lo hizo, aunque genere las protestas de la UDI. Ofreció, en suma, que con él nacía una “nueva forma de gobernar” y, bueno, aquí está. El elenco que reunió el Presidente en torno suyo sería el dream team de cualquier gran empresa. Las credenciales escolares, de partida, son impresionantes: los mejores colegios particulares; ingenieros civiles y comerciales de la Universidad Católica, en su mayoría; postgrados en Estados Unidos. Si sumáramos el número de horas de asesorías y consultorías a empresas de los nuevos ministros y ministras, llegaríamos a contabilizar años. Muchos han sido exitosos empresarios o altos ejecutivos de empresas privadas y, en un caso, públicas. Está, por último, el pedigrí académico: profesores, investigadores y decanos, todos de la PUC y de universidades privadas.

Ningún head-hunter, ni en sueños, habría logrado reunir tanto talento para un mismo cliente. Y menos hacer lo que —intuyo— aspira el Presidente electo al hacer estas nominaciones. Él no parece haber buscado en cada caso a la persona con las propiedades para ejercer un cargo, dándole la autonomía para definir objetivos y prioridades. No, nada de eso: buscó más bien a la persona apropiada para cumplir una determinada misión que el Presidente ya tiene definida en su cabeza.

Por ejemplo, colocó a uno de los más hábiles negociadores en el mundo chileno de los negocios, y con contactos empresariales en la región, a cargo de la Cancillería. ¿El mensaje?: ahora las relaciones internacionales responderán a la lógica empresarial, no política. Al más talentoso gerente de finanzas del país lo instaló en Minería. ¿Para qué? Para incorporar capital privado a Codelco, Enap y Enami. A cargo de Salud, a quien ha manejado con gran éxito una clínica privada. ¿Misión? Modernizar los hospitales públicos. A un conspicuo asesor de empresas en Economía. ¿Recado? Ahora la prioridad es la productividad, no los equilibrios fiscales. A una ejecutiva que ha ejercido altas responsabilidades en empresas privadas y públicas la colocó en Trabajo. ¿Mensaje? Aplicar la lógica de los recursos humanos a la relación con los trabajadores. A uno de los más imperturbables abogados de la plaza en Interior. ¿Tarea? Ir sobre la delincuencia.

Así podríamos seguir en todos los ministerios clave.

Es revelador, también, cómo el Presidente llegó a los seleccionados. Los partidos no tuvieron papel alguno. Tampoco los grupos corporativos. ¡Cómo se habrían soñado esto los Presidentes de la Concertación! Por lo que cuenta la prensa, llegó a ellos —o, en el caso de algunas ministras, a sus maridos, ¡cómo clamarán las feministas!— por nexos creados en el mundo de los negocios o en lugares de veraneo del endogámico club de la élite chilena.

¿Resultará todo esto? ¿Podrán los elegidos lidiar con los trabajadores públicos, los grupos de presión y los inclementes ciudadanos, sin disponer de las herramientas de coerción y recompensa del sector privado? ¿No será demasiado perfecto para ser real? Ojalá funcione. Como sea, nadie puede reclamar al Presidente electo no estar haciendo lo que prometió.

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Juan Andrés Fontaine: “Alza de impuestos a bencinas se va a amortiguar con otras medidas”

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¿Anunciando políticas de shock?. Edit. El Mostrador

Las declaraciones de Felipe Larraín hechas el domingo pasado a El Mercurio en torno a las proyecciones económicas y el manejo de la política fiscal requieren mayores explicaciones por parte del futuro gobierno.
Larraín señaló que se hacía necesario ajustar el gasto fiscal, pues si bien tenía una buena valoración del manejo fiscal del gobierno saliente, el año 2009 el gasto había aumentado en más de un 18% real. Junto con ello añadió que “cuando se han hecho evaluaciones externas, se reveló que un 86% de los recursos fiscales necesitan ajustes significativos en sus programas”. Y que “las magnitudes del aumento del gasto de los últimos cuatro años no son sostenibles”.
De lo dicho por el futuro ministro de Hacienda parece claro que su intención central es disminuir el gasto hasta situar su aumento en torno a un 4,0% anual y revisar prácticamente la totalidad del presupuesto en curso (86%) con el objetivo de ganar en eficiencia, ahorrar y así volver a una regla fiscal sana. Lo que no queda claro es cuál sector público o qué política se verá afectado por tal ahorro ni qué quiere decir cuando habla de “ajustes significativos” en materia presupuestaria.

Para quien conoce la administración pública no es un misterio que el 80 ó 90 por ciento del presupuesto fiscal son recursos comprometidos a la hora de aprobar y luego ejecutar el presupuesto. La holgura es tremendamente escasa en esta materia. El presupuesto tiene un enorme componente de continuidad o arrastre y resulta un trámite no fácil – y en todo caso siempre muy restringido- hacer reasignaciones dentro de él.
Ese es el sentido en que se usa el concepto inercialidad presupuestaria, para indicar que la elasticidad es escasa y la discrecionalidad no existe, todo lo contrario a lo que pasa en una empresa. En materia pública todo gasto es fundado y por ende refrendado (imputado a una partida o ítem), como señala la Constitución.

Que esto sea así no es negativo sino, por el contrario, garantiza procesos en que predominan lógicas colectivas de mediano y largo plazo, y se evita el populismo económico o la espontaneidad coyuntural del gasto como otra regla fiscal a respetar.
Naturalmente, siempre se pueden hacer ajustes a la baja en un presupuesto aprobado. Pero ello implica disminuir las asignaciones para el cumplimiento de compromisos ya reflejados en el presupuesto, lentificar la ejecución de obras o simplemente recortar, por ejemplo, eliminando programas.

Es por ello no son claras las declaraciones de Felipe Larraín, porque si se las toma en su literalidad habría que preguntarle derechamente cuáles serán los programas que eliminará en salud, educación, trabajo y otras áreas sociales, que es donde predominan los llamados “programas” y que funcionan cuando hay dinero en el presupuesto, constituyendo una clara variable de ajuste. El ejemplo clásico es el programa Chile Crece Contigo del Ministerio de Salud.
Por otro lado es necesario no caer en apreciaciones simplistas u ortodoxas sobre lo acaecido con la economía chilena en el último tiempo. Parte importante del gasto fiscal del año 2009 estuvo determinado por una política contracíclica frente a la crisis financiera internacional con muchos programas para los sectores productivos más vulnerables y sostenida unánimemente por todos los sectores.

En la misma entrevista antes citada, el futuro ministro reconoce que la crisis le pegó a Chile más fuerte de lo que se quiere reconocer y todavía no estamos totalmente fuera de ella. Según sus propias palabras, “vamos a tener probablemente algunas sorpresas, algunos nubarrones”.
Convendría entonces una mirada menos académica y prejuiciada, y una interlocución más política en materia de las señales económicas que está entregando el nuevo gobierno
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lunes, febrero 15, 2010

La misma derecha le da de su propia medicina al senador Andrés Allamand. "Desalojan" sus declaraciones sobre las falencias en el gabinete de Sebastián Piñera. Senador Espina: "Pastelero a tús pasteles". Lily Pérez: "No es tiempo de egos desatados"Este es el cuerpo del post. Aquí quedará todo el texto que deseamos aparezca al hacer click sobre el link de ´´Leer más``. Es el texto que no se ve a primera vista. [+/-] Seguir Leyendo...

La Unidad de Negocios: Chile S. A.. German Diaz

Pocas veces tantos “hombres de negocios” habían asumido juntos como ministros de la República…….¡claro, es que la derecha en los últimos decenios no había ganado una elección popular!....su última experiencia fue era durante la Dictadura cuando los jóvenes Lavín, Kast, Melero, Fernández, Büchi, Novoa, Leturia, Coloma, José Piñera, Longueira, Chadwick, Bombal, y muchos más al amparo de los viejos: Jarpa, Diez, Márquez de la Plata, Jaime Guzmán y otros, ocuparon importantes cargos y defendieron a la Dictadura negando las violaciones a los Derechos Humanos, los atropellos laborales, la censura, la desaparición de personas, las exoneraciones políticas, y respaldando las privatizaciones.Ahora, asume un equipo empresarial, hombres de negocios se ha dicho, todos dueños y/o directores de importantes empresas, a las mismas que tendrán que fiscalizar desde el 11 de marzo, algunos eran gerentes en los negocios del propio presidente electo, como el ministro de salud que era su subalterno en la CLC. La expectación se genera porque, estos hombres de negocios y gerentes, llegan a asumir en la Unidad de Negocios: Chile S. A………bajaron de sus exitosos cargos para traernos las soluciones y el prometido cambio que rentabilizará nuestra humilde inversión de anónimos accionistas.

Lo anunció María Luisa Brahm quien dirigirá el segundo piso de la Moneda: las embajadas estarán destinadas a favorecer los negocios. Por lo tanto, todos los nombramientos diplomáticos tendrán la impronta empresarial; los futuros diplomáticos deberán captar inversionistas, para que nuestros recursos naturales se los lleven nuevos dueños.
Será la política al servicio de los negocios, en ese sentido, es justificado nombrar gerentes en el gabinete, tiene que ver con las experiencias de Sebastián Piñera, tanto en la política como en los negocios. Él, es desconfiado y quiere manejar todo personalmente, por eso impuso personas de su confianza y rechazó los nombres de sus Partidos…...en la relación con los Partidos Piñera partió mal ya lo han expresado la UDI y RN, Allamand ha sido insistente, ni hablar con la DC, el nombramiento de Ravinet fue una agresión innecesaria. Chadwick había dicho que la primera prueba de Piñera sería la designación del gabinete…..de acuerdo a eso habría que decir que partió mal.

Lo de Ravinet fue una jugada pirotécnica. Se sabe: Piñera llamó a muchos Concertacionistas y que el único que aceptó fue Ravinet. Es decir, no lo nombra por sus méritos -que los tiene- sino porque fue el único que aceptó. Esta era una jugada que estaba dentro de los cálculos. Piñera busca debilitar la Concertación y en especial la DC, no es que Ravinet le solucione el problema de la “Defensa Nacional” porque ya no existe, nadie hizo más que la Concertación por la Defensa Nacional: “renovó” todo el material bélico a todas las ramas y mejoró todas las remuneraciones.
Ravinet, en la lógica de Piñera, solo le sirve para lograr un objetivo político. Piñera busca rentabilidad en todo, por eso, este “aliado” lo será hasta que le dé rentabilidad: Es la lógica de los negocios llevada a la política. Ravinet muestra torpeza al justificarse diciendo que aceptó porque es un Gobierno de Unidad Nacional. Eso es falso. Los Gobiernos de Unidad Nacional se construyen por acuerdos entre los líderes de las Coaliciones y aquí, nunca se buscó ese acuerdo. Más valdría que Ravinet fuera sincero. Se sabía: Ravinet siempre expresó simpatía por la derecha, si sobresalió políticamente fue por las fallas de selección de sus militantes que tienen los partidos, en este caso: la DC.

Lo de Insulza fue feo. Nada fue bonito: ni el viaje relámpago a la casa de Piñera, ni verlo tartamudear agradeciendo el apoyo. Obvio que se comprometió a cambio de ese apoyo y, quedó amarrado. Piñera está demostrando más astucia de lo que se pensaba, el contacto con Brasil es muy bueno. Si la Concertación no está a la altura terminará dividida y desaparecida, pese a sus grandes éxitos y, no pocos grandes fracasos que son los que le abrieron el camino a la Derecha.
La sorpresa vino de la UDI: un sector expresó molestias, tantas, que obligaron al presidente electo a asistir a una de sus empresas a visitar al díscolo Longueira. Piñera: fue negoció y solucionó el conflicto. ¿Qué debemos leer después de eso?, que Longueira tiene más poder político que el presidente de su Partido. Más poder que Coloma, quien quedó con sus días contados como presidente de la UDI.

Ahora estos empresarios/gerentes nombrados ministros deben cumplir la Ley de Transparencia que los obliga a dejar todos sus cargos y sus negocios antes de asumir el 11 de marzo.
Pero, en general, todo lo visto sobre el nuevo gobierno está dentro de lo previsto. Parece un juego de palabras pero, nadie podía esperar algo distinto: Es la derecha la que asume el poder político, el único poder que le faltaba.
Nada de lo conocido estos días debe sorprender a nadie. Esta es la derecha,..... no estamos viendo nada nuevo. Es la derecha dirigiendo Chile como un negocio, con un equipo de gerentes, como se dijo: es Chile dirigido por sus propios dueños. Es el Piñera de siempre, el que corre los límites, el que se baña con bandera roja.

Desde su punto de vista deben sentir un éxito rotundo. Sus ideas triunfan en todos los ámbitos de la sociedad, aunque sea por una mayoría leve 51,60 contra 48,39 %..........pero, igual es el sueño del pibe hecho realidad.
Esto se dijo antes de la elección, se advirtió que lo que estaba en juego eran dos visiones de Chile.
Ahora, se empezó a ver la visión de Chile visto desde la derecha.
Quedó concentrado el poder económico, el poder político y el poder de los medios de comunicación……es otra concepción de la sociedad.
Lo frustrante para los pobres será constatar que el Mercado no resuelve los problemas sociales, para eso,……..¡hay que tener voluntad política y políticas sociales!, eso no pasará y, en ese contexto, los conflictos sociales se agudizarán.

Parodiando el “cambio” que nos ofrecen, nos aventuramos decir que si la nueva Oposición no adecua sus Estatutos y su Orgánica Ejecutiva y Comunicacional, lo más probable es que quede marginada en la próxima Junta de Accionistas de la Unidad de Negocios: Chile S. A., en la cual, se conocerá el Balance y se nombrará a los nuevos Administradores para el periodo 2014-2018.
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EL ANUNCIO DEL MINISTRO DE PIÑERA DE SUBIR EL PRECIO DE LAS BENCINAS AFECTA A LOS PEQUEÑOS EMPRESARIOS

EL Diputado Gabriel Ascencio Mansilla señaló que se opondrá en el Parlamento a cualquier intento de Felipe Larraín, Ministro de Hacienda de Piñera destinado a subir el precio de las bencinas y otros combustibles por la vía de aumentar su impuesto específico, tal como lo anunciara en la prensa este fin de semana.
El Gobierno de la Concertación logró aprobar una rebaja significativa en estos impuestos que redujo en aproximadamente 50 pesos por litro el valor de los combustibles, mediante una ley cuya vigencia termina en Marzo próximo y que debe ser prorrogada para beneficio de los chilenos.Sin embargo en un anuncio sorpresivo, el próximo Ministro de Hacienda ha señalado que están por hacer caso de un informe del Banco Interamericano de desarrollo que recomienda volver el nivel del impuesto a los montos que tenían antes de la ley, lo que significaría un aumento inmediato en por lo menos 60 pesos por litro de bencina, petróleo y aumento también de la parafina, en contradicción con todas las promesas de campaña de Piñera.

Gabriel Ascencio dijo que no olvida que muchos de los parlamentarios de derecha gritaban que había que terminar con este impuesto y criticaban al gobierno de la Presidenta Bachelet por no hacerlo. Proponer entonces su aumento luego de haber ganado las elecciones, olvidándose de las promesas que le hicieron a la gente parece una burla, especialmente a los pequeños empresarios a quienes este aumento afectará claramente.

Imaginen solo a los transportistas escolares, a los colectiveros y taxistas en general, a los microbuseros y camioneros especialmente de regiones donde tienen que pagar mas también por los fletes, a todos ellos el aumento del precio de sus combustibles dañará severamente sus negocios o actividades comerciales. Por todo ello Ascencio señaló que se opondrá con todo a aumentar este impuesto.
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domingo, febrero 14, 2010

El gabinete del retail . Carlos Peña

La expresión “poderes fácticos” la usó Allamand, en los noventa, para aludir a la influencia desmedida de los grupos empresariales en la política. Ese tipo de poderes, dijo, dañan a los partidos y finalmente a la democracia ¿Para qué dedicarse a la política si, a la hora de administrar el estado, importan más los servicios prestados a los grupos económicos, y las redes de confianza establecidas con ellos, que la lealtad a los proyectos partidarios?
Los temores que entonces planteó Allamand –nadie sabe para quién trabaja- se verificaron ahora con el gabinete de Piñera.
En él abundan los managers y escasean los políticos profesionales. Sobran los grupos económicos y faltan los partidos. ...Los hechos hablan por sí solos.

Hasta ayer Alfredo Moreno promovía los negocios de Falabella en los países vecinos. A contar de mañana representará los intereses permanentes de Chile. Felipe Bulnes, por su parte, defendió a la multitienda ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Será Ministro de Justicia. Y ambos junto con Laurence Golborne –antes ejecutivo de Cencosud- participaron en la conocida “guerra de los plasmas”. Golborne será Ministro de Minería. La guerra de los plasmas los enfrentó a todos ellos con el Grupo Luksic, dueño de la revista Capital de la que fue gerente la nueva Ministra del Sernam.

Para qué seguir.

¿En qué país del mundo tamaña promiscuidad entre la administración del estado y el mundo empresarial podría ser recibida como un triunfo de la técnica y de la gestión? ¿En qué país mínimamente crítico y alerta todo esto podría ser aclamado como el triunfo de la excelencia y del mérito y la prueba final de la consolidación democrática? ¿En qué parte el éxito en el retail y en los negocios coincide con la virtud política?

No cabe duda que el retail tiene sus virtudes. La expansión del consumo –que tanto bien hace a la autonomía de las personas- sería inimaginable sin las técnicas de la comercialización masiva y al menudeo de bienes y de servicios. Y no cabe duda que sin las tiendas por departamentos y las ventas a crédito –a pesar de la letra chica, las colusiones y ese tipo de cosas- las mayorías seguirían mirando desde la vereda del frente el bienestar material.

Pero nada de eso justifica confundir –como parece le ocurrió a Piñera- las virtudes del retail con las de la política, las tiendas por departamento con las seccionales de los partidos, a los partidos con los grupos económicos, a los managers con los políticos de profesión.

Salvo, claro, que piense que la política es, a fin de cuentas, un mal inevitable, algo que es necesario tolerar cotidianamente, pero a cuyos cultores nunca hay que tomar demasiado en serio. Algo así como que la política y los partidos son necesarios para hacerse del poder; pero prescindibles a la hora de ejercerlo ¿Será eso lo que en el fondo de sí mismo cree Piñera?

No sería nada raro que algo así estuviera en su cabeza, coincidiendo en esto con uno de los peores rasgos de la cultura política de la derecha que, por eso, casi siempre acabó cediendo frente a los independientes (Alessandri) o a los hombres fuertes que están por sobre los partidos (Pinochet).

Si fuera así, Piñera –al nombrar a su primer gabinete- habría dejado ver una convicción que está muy lejos de la democracia de veras y que los dirigentes de la Alianza harían bien en combatir desde ahora mismo: la de que los políticos son imprescindibles para ganar el estado, pero inútiles, torpes y dañinos cuando se trata de decidir cotidianamente qué hacer con él. Útiles para competir, idiotas a la hora de administrar. Una convicción como esa fue la que alimentó el alma de la derecha durante la segunda mitad del siglo XX y fue la que la anestesió más tarde frente a la dictadura. Después de todo, una vez que, como ocurre ahora, se había resuelto el problema del poder ¿para qué podían servir los partidos salvo para incomodar?
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Donde cojea la derecha. Patricio Navia

El Presidente electo, Sebastián Piñera, tiene el desafío de crear un poderoso cortafuegos entre los negocios y la política y aplicarlo a todos los cargos de confianza. Sólo así podrá romper el peso histórico de su sector y superar su primer error: confundir la diversidad con la presencia de independientes.
Todos los gobiernos tienen fortalezas y debilidades propias, pero también heredan aquellas que tradicionalmente ha tenido su sector. En la derecha, la relación de los negocios y la política siempre ha sido un problema. Otro: la desconfianza en los partidos políticos ha marcado a gobiernos derechistas anteriores. En tanto Sebastián Piñera logre crear un cortafuego poderoso entre la política y los negocios, que sea vigorosamente aplicado a todos los puestos de confianza de su gobierno, podrá romper con ese peso de la historia. Y si es capaz de construir una relación de confianza y colaboración con la UDI y RN -para que terminen más fortalecidos después de su cuatrienio- habrá sepultado también el peor fantasma de su sector.

Durante sus décadas en el poder, la Concertación alimentó sospechas de confundir diversidad con cuoteo partidista. Desde el gobierno de Aylwin con su "partido transversal" hasta el de Bachelet con su gabinete paritario, estas administraciones entendían la diversidad como una forma de cuotas. Los conflictos de interés en estos gobiernos se evidenciaban en su cercanía con sindicatos -más que pro-empleo, fueron pro-trabajadores, más que pro-educación fueron pro-profesores- y en la migración de algunos altos funcionarios desde el sector público al privado.

El gobierno de Piñera parece ahora tropezar con las mismas piedras, pero de forma distinta. Al nombrar el gabinete, ha confundido diversidad con presencia de independientes. Equivocadamente, la no militancia política ha reemplazado la diversidad de orígenes, trayectorias de vida y de competencias profesionales.

Los potenciales conflictos de interés entre política y negocios han quedado en evidencia, porque la migración ha sido desde la empresa privada al sector público. En su defensa, la Alianza puede alegar que, con la Concertación, no se creó un cortafuego efectivo para evitar que los reguladores pasaran a trabajar para los regulados. Pero ese argumento es débil. Primero, Piñera prometió terminar con las malas prácticas de la Concertación, no reproducirlas.

Segundo, el que la migración sea desde lo privado a lo público alimenta sospechas sobre los intereses que defenderán estos nuevos servidores públicos. Con tantos gerentes y directores de empresas en el gabinete, el gobierno bien puede ser más pro-empresas y pro-negocios que pro-mercado y pro-consumidores. Además, a diferencia de un consumidor, cuya importancia depende de lo grueso de su billetera, en políticas públicas los clientes más importantes son los que menos tienen.

Reconocidamente, nuestra institucionalidad no tiene buenos mecanismos para lidiar con estos potenciales conflictos. Si se apegan a la letra de la ley, los ministros que vienen de asesorar empresas relacionadas con sus carteras o cuyos intereses económicos están en sectores y empresas reguladas, terminarían absteniéndose de participar en decisiones importantes.

La ley de procedimiento administrativo (19.880), promulgada en 2003, señala que los funcionarios públicos no podrán participar en decisiones donde hayan tenido con el interesado "relación de servicios o prestación de servicios profesionales durante los últimos dos años" (artículo 12). Esta normativa excluiría, por ejemplo, al ministro de Salud de cualquier decisión que afecte a clínicas privadas. A Joaquín Lavín, titular de Educación, de las que afecten a universidades. Los ministros de Hacienda, Economía o Transportes no podrían participar en definiciones que afecten a las numerosas empresas a las que han asesorado. A su vez, el titular de RR.EE. difícilmente podría participar en alguna renegociación o ampliación de acuerdos de libre comercio. Naturalmente, el gobierno puede alegar que esta ley tampoco fue cumplida a cabalidad durante los gobiernos de la Concertación. Pero además, de que mal de muchos es consuelo de tontos, la promesa de la nueva forma de hacer gobierno incluye más transparencia, mejor gestión y más respeto por la legislación existente.

En principio, no hay nada malo con reclutar buenos gerentes y personas con notables credenciales académicas, intachables carreras profesionales en el sector privado y buenas relaciones con el mundo de los negocios. Después de 20 años de administraciones concertacionistas, las mejoras en gestión pública serán bienvenidas. Pero todo cambio tiene costos y cada reforma produce resultados inesperados y genera nuevos problemas. Por eso, la creación de un cortafuego efectivo entre política y negocios se hace especialmente necesaria en el gobierno de Piñera.

Felizmente para él, la otra debilidad histórica de la derecha se puede convertir en una fortaleza que le ayude a crear ese muro del que, por cierto, depende el éxito de su gobierno. En estos 20 años en la oposición, la UDI y RN se profesionalizaron. A diferencia de lo que siempre ocurrió en Chile -y que se profundizó en dictadura cuando ser político era casi un crimen- hoy hay políticos profesionales. En la UDI y RN hay legisladores y alcaldes cuyo poder emana de la voluntad popular. Esos son los mejores aliados que puede tener Piñera para construir un cortafuego efectivo entre el mundo empresarial y el político.

Son ellos los que seguirán en la política aun si los gerentes y empresarios ministros abandonan el gobierno. Por ello, el Presidente electo debe construir una relación de confianza y colaboración con los dos partidos que, después de todo, le ayudaron -mucho más que sus ministros recién nombrados- a alcanzar el poder y cuyo objetivo es seguir ahí después de 2013.
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MEMENTO MORI. Andres Rojo

Lo que fue uno de los peores errores de la Concertación, puede convertirse en una de las mayores debilidades del gobierno de Sebastián Piñera: La concentración de los medios de comunicación en manos de sectores empresariales afines a la Coalición por el Cambio.
Si para la Concertación esa carencia significó no poder divulgar apropiadamente su gestión, constituyéndose ello en una de las causas de su derrota electoral, para el nuevo Gobierno que se inicia el próximo 11 de marzo una prensa complaciente puede traducirse en un impacto negativo. Aunque pueda ser molesto, las autoridades necesitan un periodismo medianamente objetivo que denuncie sus errores y advierta sobre la necesidad de hacer rectificaciones. Además una prensa que lo aplaude todo, contribuye a una egolatría de la autoridad que afecta su capacidad de juicio y su objetividad.

Algo de ello se ha visto en estos primeros días, tras el anuncio por parte del Presidente electo de las personas que constituirá su equipo de colaboradores desde los distintos ministerios: Hay evidentes debilidades en este grupo de hombres y mujeres, como la falta de experiencia política de algunos, la carencia de conocimiento del funcionamiento de la administración pública, cierto grado de excesiva confianza en que las capacidades demostradas en el sector público serán suficiente para la gestión pública.

Se agrega a ello que se presenta como novedoso un esquema que, en lo esencial, es muy similar al que utilizó el ex-Presidente Jorge Alessandri hace cincuenta años y que debió modificar, a la mitad de su mandato, para incorporar la experiencia política que no tenían los empresarios que eran exitosos en sus responsabilidades anteriores.

Sin embargo, nada de eso se dice y aunque es comprensible que en este período la “noticia” sea la descripción de los nuevos personajes, muchos de ellos ampliamente desconocidos para el público que no se informa de las noticias económicas, hay una suerte de benevolencia de los medios de comunicación que se puede sospechar legítimamente que proviene de la simpatía política por las nuevas autoridades.

La existencia de un sistema de prensa pluralista no es un asunto de conveniencias para el Gobierno o para la oposición, sino que es una necesidad de la totalidad del sistema político de un país, y mientras los periódicos, radios y canales de televisión sigan dependiendo del interés partidario, por mucha elegancia que se aplique en ese propósito, nunca avanzaremos a una democracia madura. Los romanos construyeron un imperio, en parte, porque los generales triunfantes tenían un siervo con ellos para susurrarle al oído: “Memento Mori” (“Recuerda que eres mortal”).
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sábado, febrero 13, 2010

Un Cuevas que se Encueva. Jorge Bustos.Presidente CONGEMAR

Negarse a la unidad de todos los trabajadores del país, es simplemente reaccionario y arrogante. No entender el mensaje que el pueblo dio en los distritos donde se postularon a parlamentarios dirigentes sindicales, es simplemente ser ciego y sordo.
El domingo pasado La Nación diario de circulación nacional, entrevistaba a varios dirigentes sindicales de nuestro país, que representaban a tres de la cuatro centrales que existen, en general la mayoría de los entrevistados apunto a una somera critica, en mi opinión poco profunda, pero lo rescatable de la mayoría, es que coincidieron en la necesidad de unirse, para enfrentar los arrebatos de la derecha mas conservadora de la coalición por el cambio.Es claro y lógico, que por mas que nos cueste, debemos asumir que ahora, es el momento de los gestos de grandeza y creo que tanto la CAT y la UNT, lo hicieron y todos sabemos que la CGT, también estará dispuesta al reencuentro necesario.

Al parecer también todos los históricos saben que es el momento de dar un paso al lado y ayudar a que la unidad necesaria, se cristalice, sin embargo los disociadores, talibanes, aprendices de caudillos, enturbian y opacan estos actos que se están incubando en la mente de los buenos hombres y mujeres.

Sin duda los que dirigirán a los trabajadores de CHILE en el futuro cercano, no serán los históricos, deberán ser otros hombres y otras mujeres, serán precisamente aquellos que sean capaces de unificar y organizar, en particular a aquellas organizaciones obreras de la ciudad y el campo, mas maltratadas por el sistema económico imperante, los informales, los que ganan menos, por el solo hecho de ser del subcontrato, los por obra y por turno, los eventuales y discontinuos, en suma los informales, que al final de la temporada son cesantes y no cuentan en las estadísticas, por lo tanto menos en los planes paternalistas, del gobierno de turno.

La unidad, es un acto de los trabajadores y sus representantes y el instrumento que elijan, también será una decisión de nosotros y no de resoluciones impuestas por cúpulas partidarias.

“Solo desde la CUT, se puede avanzar, las otras son solo superestructuras; sin base social” esas fueron las palabras que ocupó, en tono histérico Cristian Cuevas, para responder a la pregunta de unidad, que se planteaba.

Frente a eso uno solo debe sentir pena, por quien pensamos sería el dirigente de los trabajadores y solo le dio para dirigente sindical de la CUT.
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El nuevo escenario y los desafíos del PDC.. Diego Calderon

Pasados unos días de las elecciones nuestra atención se ha fijado en el proceso que ha comenzado en la Concertación y principalmente en el PDC orientado a definir como enfrentaremos los próximos años este nuevo escenario en que nos encontramos en oposición al gobierno y la derrota electoral nos empuja a realizar profundas rectificaciones. Es en este estado en que creo necesario plantear a los camaradas los siguientes puntos- que a mi juicio- nos permitirán enfrentar esta realidad de la mejor manera, esto es fortaleciendo a la Democracia Cristiana como eje del sistema político en los próximos años. Estas propuestas parten de un diagnóstico no menor, el que nuestro partido se encuentra en crisis y que su supervivencia depende de hacer cambios importantes a la forma en que vemos las cosas y realizamos nuestra labor dentro de la sociedad. Algunos piensan que lo anterior no es cierto y en una actitud de extraña soberbia pretenden eludir sus responsabilidades en esta crisis escudándose por ejemplo en el último resultado electoral, que aunque reconozco satisfactorio, no es ningún éxito ya que la estrategia utilizada de privilegiar la elegibilidad por sobre la votación nacional es pan para hoy y hambre para mañana. El resultado electoral de la reciente elección parlamentaria demuestra que nuestro partido ha perdido consistencia y se ha transformado más en un conjunto de personalidades que en una común-unidad de personas entorno a objetivos comunes, es importante llamar la atención de que si bien durante los noventa tuvimos bajas importantes en nuestra votación éstas bajas fueron más o menos similares a lo largo del país mientras que ahora vemos como en algunos distritos nuestra votación es marginal y en otros muchísimo más grande, es decir, la elección de nuestros parlamentarios ya casi no depende de la capacidad del partido de movilizar gente para sus campañas sino de sus propias cualidades personales y los recursos que invierten que muchas veces son de dudoso proceder.
Parece complejo para nosotros tener que hacer esta afirmación pero lo cierto es que gran parte del electorado que nos respaldó a comienzos de los 90´ se ha cambiado hacia la UDI que aunque resulte irritante ha penetrado con gran habilidad en los sectores populares donde hemos sido desplazados, ello se debe principalmente a nuestro alejamiento de la base popular y de las organizaciones sociales o intermedias, precisamente aquellas en las que campeábamos años atrás y que son el sustento de nuestra concepción comunitaria del hombre y la sociedad. Lo anterior se debe precisamente a nuestra pérdida de identidad, un partido que hasta para muchos de sus propios militantes carece de visión, de proyectos y de motivos para existir en la realidad nacional. En concreto, a los ojos de la población, de alternativa humanista cristiana nos camuflamos con la centro izquierda, de alternativa transformadora nos volvimos conservadores, de partido con vocación popular comenzamos a ver a nuestros militantes defendiendo a los poderosos (las Isapres, las AFP y telefónicas entre otros) primero haciendo lobby en su favor y luego incluso dirigiendo el partido y entrando en el parlamento, la falta de credibilidad y los conflictos de intereses se transformaron en el pan de cada día.
Son tantos puntos y conflictos, la gran mayoría de ellos fueron tratados y encontraron solución en el V Congreso Ideológico que confirmo una vez más que el problema del partido no radica ni en su falta ideas ni en su capacidad o incapacidad de pensar el futuro sino en la actitud de sus dirigentes de hacer caso omiso a la necesidad de rectificar el camino que hemos seguido en los últimos años. Es necesario recurrir al documento del V Congreso para reafirmarlo y recordar a los dirigentes del partido y a todos los militantes lo que nosotros mismos nos planteamos y no hemos logrado cumplir.
Podemos realizar una lista interminable de elementos que han desintegrado la convivencia partidaria y dinamitado la confianza del pueblo en nosotros, sin embargo, el llamado más importante hoy en día es a construir y es en esa línea donde quiero contribuir.


1. Renovación Partidaria

La renovación no es como algunos pretenden una caza de brujas contra quienes han gobernado el partido, menos como otros pretenden significa establecer una jubilación para los más viejos e instalar criterio etareos para definir quienes tomaran las riendas de la DC. La renovación como la considero significa re-novar, re-crear, re-barajar la situación en que nos encontramos, ello implica que muchos den un paso al costado, pero a la vez que quienes asuman o se integren establezcan claros compromisos con una nueva forma de hacer política en donde aprendamos de los errores cometidos y exista la voluntad de hacer al partido mucho más participativo, y además mucho más ejecutivo en las tareas que los militantes le encomienden a nuestros dirigentes.
Dentro de ésta idea si sobra gente, y debemos hacer esfuerzos por marginar a aquellas personas que están en este partido por interés, por pega, por lealtad a determinados dirigente… Este partido con los ideales y la doctrina que profesamos no son para cualquiera, debemos aprender a ser minoría si es necesario con tal de defender nuestras ideas, nuestros valores, nuestros principios que son la única razón por la que nos unimos.
Del mismo modo debemos asumir con claridad que estamos en el siglo XXI, en un mundo muy distinto al de hace décadas atrás por lo que nuestro partido debe tener la capacidad de renovarse con mucha más rapidez y habilidad, de mantenerse a tono con la sociedad en la que se desarrolla tanto programática como discursivamente, la doctrina permanece pero ella nos sirve para interpretar los fenómenos sociales y darles una respuesta, hay veces en que el partido parece esperar y guardar silencio frente a los cambios sociales como si estos fuesen ajenos y ello debe acabar, tenemos una política mucho más dinámica y a esta nueva realidad debemos ser capaces de darle respuesta.


2. Nuevos Estatutos

No habrá un nuevo partido sin cambiar nuestra forma de organizarnos, está claro que la DC no es el mismo partido que hace 50 años atrás por lo tanto mantener una estructura de masas del siglo pasado es simplemente inconcebible y bastante absurdo, a mi juicio se debe modificar radicalmente la organización del partido haciendo cumplir el mandato del V Congreso Ideológico que en su punto 169 establece una comisión para elaborar un nuevo estatuto que debiera contener esencialmente las siguientes ideas:
a. Modificar la estructura territorial de manera de hacerla más realista, más ejecutiva y concordante con la división electoral del país. Esto implica replantearnos desde si tenemos tantos cargos directivos en cada uno de los niveles hasta si vale la pena tener estructuras provinciales o si es mejor hacerlas distritales. Además debemos potenciar las instancias más participativas para fomentar el debate democrático interno, me refiero a instancias como Juntas regionales o el Consejo Nacional.
b. Separar claramente la administración del partido de la gestión política de manera de hacer más eficiente y transparente la mantención del padrón de militantes, la gestión económica, la relación con los funcionarios del partido, etc.
c. Formación permanente: La formación de militantes por parte del partido prácticamente dejó de existir desde hace muchos años, necesitamos que la formación sea de carácter permanente y realizada con mucho más formalidad, que se den diplomas por aprobar cursos y que el partido se comprometa en buscar formas para renovar una gran cantidad de libros que se han perdido o cuyos ejemplares son escasos.
d. Requisitos de militancia: Se debe crear la figura del adherente del partido que será aquél que se identifica con los valores y principios del partido pero que no adquiere derechos ni asume responsabilidades que si asume el militante como son el participar de las reuniones partidarias, votar en las elecciones internas y el pago de cuotas, de éste modo aquel militante que no cumpla con sus responsabilidades debiera perder tal calidad y pasar a ser adherente perdiendo a su vez sus derechos. Es necesario además establecer como requisito para ser adherente o militante el contar con un documento que acredite el haber sido parte de un curso de formación.
e. Una vez establecidos los nuevos requisitos del militante y escuelas de formación se debe hacer un re-fichaje de manera de sincerar el padrón de militantes.
f. Establecer incompatibilidades expresas entre ejercer cargos partidarios y ser director de empresas.
g. Establecer definitivamente que las elecciones internas deben realizarse a través de una elección “un militante un voto” para democratizar el partido. Del mismo modo establecer claramente los procedimientos a seguir para elegir a nuestros candidatos a elecciones populares.


3. Estrategias de aquí a las próximas elecciones

a. Enfoques de la gestión política: Si el PDC pretende perdurar en el tiempo debe desde ya establecer estrategias tanto para ser oposición como para enfrentar las municipales del 2012, es decir, las primeras elecciones en las cuales operará la inscripción automática y el voto voluntario. En un escenario como ese el desafío debe ser crear redes partidarias que permitan movilizar a mucha gente y eso implica reforzar nuestra presencia en sectores que tendrán un importante rol en ello y también en la oposición al gobierno, me refiero a los sindicatos, los gremios y las Federaciones de estudiantes. Ello implica un esfuerzo del partido junto a los frentes respectivos realizando un análisis de la situación de nuestros militantes en sus espacios de acción de manera de identificar las formas en que el partido puede ayudar a fortalecer su presencia.
b. Contenido: Con respecto a nuestro discurso tenemos un importante desafío, por un lado separarnos de la tentativa lógica de negar la sal y el agua al nuevo gobierno y por otro lado mantener una clara oposición a los ideales y valores que representa la derecha en el gobierno, para ello es clave consolidar un programa coherente y consistente de manera de hacer una oposición seria y constructiva, pero jamás colaborativa, asumir de plano la “democracia de los consensos” es entregar un cheque en blanco, los acuerdos nacionales deben estudiarse caso por caso sin establecer parámetros generales. Una manera positiva para realzar nuestras ideas es que los parlamentarios del partido destinen sus gastos de asesorías a un fondo común para financiar profesionales dedicados a la elaboración de proyectos de ley y a la promoción de estos dentro del Congreso como ocurría años atrás. Si bien se está trabajando en un “centro de estudios” para el partido lamentablemente éste estaría integrando solo ex personalidades del gobierno sin integrar suficientemente actores del mundo social y profesional que es donde debemos radicar nuestros mayores esfuerzos.
c. Prioridades: Un tema no menor es nuestra política de alianzas, lo cierto es que estando en la oposición el mantener la Concertación no tiene mucho sentido ni utilidad más allá de servir para enfrentar determinadas coyunturas en el Congreso y cierta gobernabilidad local, es importante que el partido tenga la capacidad de enfocarse en su propio bien y progreso en vez de estar subordinando los intereses de la democracia cristiana por conservar un pacto que ha sido en los últimos años mas bien perjudicial para nuestros intereses. Lo cierto e incuestionable es que pese a que los partidos de izquierda de la Concertación (quizás con excepción el Partido Socialista durante a la gestión de Escalona) están concientes de que la Democracia Cristiana es clave para ser mayoría, en todos los escenarios han hecho lo imposible por debilitarnos y crecer a nuestra costa, ello debe terminar y debemos hacer saber categóricamente, primero los intereses de Chile, luego los del partido y por último nuestro sistema de alianzas.
d. Estrategias a largo plazo: Es clave también contar en el partido con una comisión electoral que comience a desarrollar desde el primer minuto estrategias de aquí a las próximas elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales, una plantilla de candidatos preparada y proyectada con anterioridad es de mucha ayuda.

La realidad en el mundo es un verdadero desafío, estamos terminando una transición entre el siglo pasado y ya comenzamos a vislumbrar el mundo que nos tocará enfrentar, uno donde prima el capitalismo sin contrapesos y el individualismo se expande por todos los rincones del mundo y vemos como la política se ve desacreditada ante el dominio del dinero y los poderes fácticos que se extiende por todos los continentes, donde la unipolaridad cede ante una bipolaridad curiosamente entre dos potencias capitalistas donde la democracia y la soberanía se ven difusas, donde los partidos de izquierda asumen la socialdemocracia y la mayoría de ellos gobiernan utilizando modelos económicos en los que dicen no confiar, donde los partidos de derecha se camuflan con el discurso de la izquierda para llevar adelante sus programas liberales, donde las sociedades del mundo se visten de valores que no practican y la desigualdad parece ya tolerarse como algo cotidiano y la solidaridad desaparece tras el manto de la caridad, donde en nombre de la libertad se producen las más grandes atrocidades sin un orden mundial suficientemente valiente para detenerlas, donde si no reina el desinterés se impone el miedo y en consecuencia la inercia, etc.
Es en este mundo donde debemos ser alternativa, donde debemos difundir nuestras ideas y valores, donde debemos volver a ser la esperanza de un nuevo amanecer y representar los valores cristianos acogiendo los llamados de la Iglesia a conquistar los corazones de las personas que se sienten desamparadas en un planeta en que los poderosos los miran con indiferencia. La democracia cristiana fue grande porque entendió que para serlo debía aspirar a más que a un puesto en el gobierno o a una o dos decenas de parlamentarios, debía ser un faro en América Latina, para todos los pueblos sin distinción, una propuesta democrática y popular, de cambio y transformación para reinvindicar las grandes aspiraciones de progreso y desarrollo con igualdad y libertad.

Para finalizar me parece extremadamente relevante sacar a relucir los siguientes párrafos de Jaime Castillo Velasco, que pese a ser escritos hace mucho tiempo resultan reveladores para explicar nuestra realidad partidaria y para orientarnos acerca del camino que debemos seguir, el de un partido de vanguardia:

“Los intereses inmediatos se calculan en función de un porvenir. El éxito no depende de obtener parlamentarios a toda costa ni de tener Ministros ni diversos instrumentos de acción. El éxito depende, antes que eso, del modo cómo se actúa para llegar a poseer todo ello. Y el hecho de que así la tarea sea más larga, no es razón para que se la abandone o se cambia la línea. El partido vanguardia sabe, en suma, que es minoría y no aspira a convertirse en mayoría sino cuando realmente lo sea. De allí no tenga interés en crecer salvo desde dentro. Crecer, para él, no es sumar fuerzas heterogéneas: es madurar interiormente en un grupo selecto que trasciende su propio horizonte sólo por su indomable rigor doctrinario y organizativo.”

“A nuestro juicio, la misión del Partido Demócrata Cristiano es la de constituirse como una fuerza renovadora, en todos los sentidos de la palabra, y con la máxima intensidad de la acción. Todo conformismo de política general o de estrategia inmediata la reduce a nada. Su juventud, sus cuadros sindicales, sus representantes intelectuales deben estar imbuidos del sentido de misión que es propio a toda gran tarea. Sólo dentro de la atmósfera de la rebeldía, del espíritu de lucha y aún sufriendo la odiosidad de los que poseen el cetro de la injusticia o del poder mal habido, se forjarán los teóricos y los realizadores de una gran política nacional. Es imbécil tender sobre todo eso palabras de vergüenza, de prudencia o de “realismo”. Un Partido Demócrata Cristiano al cual se acostumbre, a través de más de dos generaciones a conformarse con todo lo que se da en la sociedad actual sean realidades de Derecha o de Izquierda, tiene un solo fin próximo: disgregarse entre la demagogia, el “burguesismo” o la burocracia.”

” Todo ocurre de modo muy distinto si concebimos al Partido Demócratacristiano como una vanguardia. En este caso, la homogeneidad doctrinaria es indispensable. El carácter modelador de la organización se hace patente. Sus miembros dejarán de ser correligionarios para ser militantes; es decir, soldados de una causa muy exigente. La disciplina será férrea y el sentido de unidad, profundo. Ahora habrá no sólo un mero ganar batallas electorales sino una misión concreta: realizar en plenitud desde el poder las concepciones del Partido”
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