domingo, mayo 31, 2009

Mi Respuesta a nuestro querido Camarada Ricardo Hormazábal.Gonzalo Wielandt


Estimado Ricardo, gracias por tu reflexión y consideración. La sorpresa o impresión que he manifestado respecto de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami me ha surgido después de su presentación en el programa estadio nacional. Por un lado, desde mi intuición científica y, por otro, desde mi intuición política. Desde la intuición científica, porque percibo un cierto cambio en la cultura política, que lo veo desde el sentido de la acción política, que por cierto puede sustentarse en la hipótesis del individualismo, pero estimo a su vez que esa hipótesis es insuficiente. Sostengo también la hipótesis que la carencia de representatividad y proyecto y descomposición de los partidos y la separación de lo político de los partidos es fundamental para explicar, no sólo el fenómeno Enríquez-Ominami, sino que también otros como los de los estudiantes secundarios, de los trabajadores, de los plebiscitos comunales como en Vitacura, de los ambientalistas, entre otros. Sostengo que la política marcha por la sociedad y los partidos políticos marchan por la hiperrealidad, o sea, por una realidad construida por ellos mismos y que sólo ellos entienden, pero la sociedad chilena la veo en otro camino de realidad. Es por ello, que ocupando la conceptualización de Baudrillard, probablemente la actual dimensión de la política contingente es un residuo político. Probablemente son los últimos estertores de la política tradicional con los últimos candidatos tradicionalesDesde mi intuición política, creo que la fragmentación política de la concertación producto de la carencia de proyecto ideológico de cambio, de oligarquización de sus elites políticas, de la confusión entre bien común y bien parcial de corporaciones clientelares y cuadros administrativos gubernamentales, nepotismo descarado y vergonzoso y falta de transparencia democrática interna, nos va a llevar a que el individualismo y la vanidad que la administración concertacionista ha profundizado, se manifieste políticamente. En la concertación, en sus partidos y fuera de ella y fuera de sus partidos.
La hipótesis del individualismo, creo que es cierta, pero no es suficiente. Marco Enríquez-Ominami y nuestro amigo Adolfo Zaldívar puede que sean presa del individualismo, como muchos camaradas y compañeros, quizás. Yo puedo ser presa de otros pecados o tener otras debilidades. Respaldé a Adolfo, desde Alemania, en la elección frente a Pizarro y Walker, creo que era la alternativa pertinente y necesaria en ese momento. Así como te he apoyado las tres veces que tú has sido candidato y muy probablemente te volvería apoyar, pero también creo que nuevas generaciones de camaradas deberían tener una oportunidad, por cierto, camaradas auténticamente social-comunitaristas.
No soy promotor de nadie, sólo se que tengo que apoyar a Frei y a un camarada candidato a diputado de nuestro querido PDC. Sólo te digo que a Marco Enríquez-Ominami, desde Alemania, le envié una carta criticándole su posición respecto a la DC, carta privada que se la envié a su padre. Además, su intervención en el programa estado nacional fue una tromba y coincidí con él en algunas propuestas y en la voluntad de discutir todo, cosa que parece sana en política. Posteriormente el hace la propuesta de incorporar capital privado a CODELCO, tema que me gustaría debatir, ya que CODELCO ha sido privatizada vía externalizaciones y lo único que queda de estatal es su cascaron. Más encima la Concertación vende concentrado de cobre (gran negocio ¿para quién?), que al fin y al cabo es regalar los minerales que lleva consigo y sin implementar ninguna política de refinamiento y manufactura para aprovechar otros minerales, dar empleo, crear valor agregado y promover mayor tecnología. Concuerdo contigo, estoy en contra de privatizar CODELCO, pero de toda privatización de la gran minería.
Ricardo, creo que discrepas de párrafos y no del fondo, porque tú sabes que ambos somos vanguardistas y comunitaristas. Además, Rodolfo Fortunatti se ha encargado de profundizar aún más el punto respecto de Enríquez-Ominami.
Espero, igualmente, que se convoque lo más pronto posible a una junta nacional para sancionar el programa, de lo contrario no obliga a nadie.
Gonzalo Wielandt
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