viernes, febrero 06, 2009

Viaje a Cuba . Carta al Mercurio.Pedro Garcia.


Señor Director:
Estoy seguro de que cuando el Papa Juan Pablo II visitó Chile, Pinochet y su entorno más acérrimo, quienes requerían esa visita, quisieron imponer una agenda que fuera funcional a la dictadura que representaban. Sin embargo, la fuerza moral y argumental de Juan Pablo II, quien había sufrido los rigores de las dictaduras nazi y comunista que asolaron a su querida Polonia, se impuso y es así como pudo encontrarse con el poder autoimpuesto, pero también con quienes a cara descubierta nos oponíamos a la opresión; recuerdo con emoción sus refrescantes, necesarias y alentadoras palabras que miles pudimos escuchar en el Parque OHiggins y en el Estadio Nacional.
Allí nos recordaba conceptos de democracia, libertad, respeto y amor tan antagónicos a los de dictadura, dolor y odio. Ese era Juan Pablo II y eso es lo que representa el humanismo cristiano; he ahí la gran diferencia de ayer, hoy y mañana. Dramático debiera ser para algunos constatar y reconocer que, aunque menores, también los dictadores tienen diferencias.
Ad portas de un viaje oficial a Cuba, innecesario y contraproducente (distinto sería si se estuviera llamando a elecciones pluripartidistas con padrones electorales universalmente aceptados), un querido y respetado diputado democratacristiano, de reconocida lealtad a los gobiernos concertacionistas, que muchos agradecemos, ha decidido acompañar a la delegación oficial. Contrariando la posición unánime de nuestro PDC, comete un error que sólo puede ser subsanado si, aprovechando la oportunidad que otros, como Patricio Walker, no han tenido, decide recibir y escuchar el testimonio valiente y decidido de quienes a cara descubierta y manos abiertas se oponen a la tiranía nepotista de los Castro. Cuba, tierra hermosa, de gente amable y cariñosa, pero sometida a la dictadura más prolongada del hemisferio occidental, anhela y requiere escuchar el apoyo de los verdaderos demócratas del mundo. Allí puede estar la diferencia que muchos exigimos.
DR. PEDRO GARCÍA ASPILLAGA
Ex Ministro de Salud
Concejal por Santiago
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