martes, diciembre 23, 2008

PODER CIUDADANO. Andres Rojo


El reciente episodio del senador Guido Girardi quejándose por el trato recibido de parte de una pareja de Carabineros al momento de sacarle un parte merecido por exceso de velocidad, confirma una interesante tendencia que no ha sido debidamente recogida por la clase política nacional: El interés de la ciudadanía por expresar su opinión y demandar conductas coherentes y satisfactorias para el interés público.

Ya había habido anteriormente muestras del malestar popular, pero la expansión de Facebook en Chile, con una de las tasas de penetración más altas de todo el mundo, ha permitido que aquello que se llama opinión pública ya no sea interpretable por políticos y periodistas ni requiera portavoces. Ahora se manifiesta directa y claramente.En el caso de Girardi, hasta el momento de escribir estas líneas hay más de una decena de grupos cuestionando su actuar en duros términos, reuniendo a unas 17 mil 500 personas. Evidentemente, muchos nombres pueden estar repetidos y es posible que en estos momentos los partidarios de Girardi no se animen a impulsar campañas en defensa de su honor. Sin embargo, llama la atención que el grupo "Guido Girardi Presidente" cuente sólo con diez miembros.

Ni esas 17 mil personas que adhieren a grupos contrarios a Girardi o a favor de los carabineros sancionados, ni los casi 4 mil que Girardi reúne como contactos en su página personal representan la posición de la mayoría de los chilenos sobre el caso, pero sí son nítidamente indicadoras del ánimo ciudadano.

No es posible tampoco substituir las elecciones o los plebiscitos por las manifestaciones espontáneas de la gente en las redes virtuales, pero lo que sí es claro es que hay una tendencia a que las personas se expresen directamente sin intermediarios, lo que priva a los dirigentes políticos de una de las funciones que más gustosamente asumen, como es la de interpretar el sentir popular.

Se está produciendo un cambio en la forma en que se realiza la política y quienes no tengan claro qué es lo que espera la ciudadanía de ellos no tendrán que esperar a la siguiente elección para darse cuenta que se han desconectado de la voluntad popular sino que serán víctimas de reacciones inmediatas. Por el contrario, quienes sí sepan adaptarse a este nuevo escenario, en el que cada persona conectada puede hacer valer su opinión de manera automática, sumándose a quienes piensan igual, tendrán la oportunidad inmejorable de liderar la opinión pública y orientarla para adecuarla a sus propios intereses que nunca más podrán ser excluyentes de los requerimientos ciudadanos.
[+/-] Seguir Leyendo...