martes, diciembre 30, 2008

PERDER PARA GANAR. Andres Rojo


La Concertación enfrenta un conflicto en el que la opinión ciudadana tiene poca relevancia, ya que colocar a los precandidatos presidenciales en el escenario de una elección primaria para resolver el abanderado único de la coalición no asegura que el nominado represente la mejor estrategia para optar a un quinto período presidencial.
De acuerdo a las estimaciones, y considerando que los candidatos competitivos son, hasta el momento, José Miguel Insulza y Eduardo Frei, las encuestas permiten suponer que, al menos, Frei no tiene la victoria asegurada, y esto es tanto por las preferencias ciudadanas como por la capacidad de los partidos de movilizar a las personas que deban sufragar en las primarias, considerando en especial que este es un acto estrictamente voluntario.Si uno se atiene a la fuerza electoral de cada colectividad, la Democracia Cristiana tiene menos votos que la suma del PS, el PPD y los radicales, y esa es la razón de que la candidatura de Frei esté afanosamente empeñada en obtener respaldos al interior de las colectividades que, por su posición doctrinaria, debieran apoyar a Insulza.

Sin considerar los daños que la tensión propia de una competencia generarían, la posibilidad de que Insulza se convierta en el candidato único de la Concertación implica dos riesgos serios, que justifican no recurrir a la voluntad ciudadana para dirimir la situación, a pesar de los discursos favorables a la democracia que se puedan hacer.

En primer lugar, la sensibilidad demócrata cristiana, que considera imposible soportar un tercer mandato fuera de La Moneda, en especial tras su mal resultado en la reciente elección municipal. La candidatura de Insulza tentaría a sectores de la DC a presentar, de todos modos, un candidato propio, aunque ello implique poner en riesgo la viabilidad de la Concertación. O peor aún, que los votantes de centro prefieran la opción de Adolfo Zaldívar.

En segundo término, y a pesar de su juventud como militante de la Falange, José Miguel Insulza no asegura el apoyo de los votantes de centro, quienes podrían percibir a Piñera como un mal menor frente al candidato socialista.

Si cualquiera de estos riesgos se produce, la posibilidad de que la Concertación se mantenga en el poder se diluye, y es por eso que empieza a crecer la convicción de sectores de lo que se denominan las fuerzas progresistas de la Concertación respecto a la conveniencia de nominar por consenso a Eduardo Frei como candidato común, aunque ello implique resignar sus opciones para facilitar el triunfo del conjunto de la Concertación.

A lo anterior se agrega que la posibilidad de recibir acusaciones por falta de compromiso con la participación ciudadana es menos grave que el bochorno de no convocar a un número adecuado de personas para concurrir a votar en las primarias de la Concertación, anticipando un ánimo derrotista que puede ser irreversible.
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