martes, octubre 28, 2008

Sobra Ceguera y falta coraje!!! .Juan José Santacruz

No soy comentarista político pero bastaba el sentido común para saber que el resultado electoral iba a ser más o menos el que fue. Para la ciudadanía es evidente que unos hicieron las cosas mejor que otros y que algunos, las hicieron definitivamente mal. La Concertación podrá resaltar sus nueve puntos de ventaja en los concejales, un triunfo bastante inédito si pensamos que lleva veinte años en el poder. Pero ese triunfo- no hay lugar a engaño- tiene por primera vez sabor a derrota, aunque algunos pretendan desconocerlo, como el vocero de gobierno o como pareció encubrirlo el show de los dirigentes políticos en La Moneda encabezados por la Presidenta. Simplemente no es creíble. Lo que ayer se confirmó es lo que las encuestas vienen marcando: soplan vientos de cambio, pero el cambio aún no lo configura bien ninguna de las dos coaliciones. El país cambió, pero la política se está quedando atrás. Los candidatos que encarnan el estilo que hoy demandan los ciudadanos, ganaron. No hay un padrón político común, no se trata de la Alianza versus la Concertación. Más bien lo que la gente está premiando es una manera de aproximarse a los desafíos. El caso más representativo es el de la Democracia Cristiana que perdió treinta alcaldes y sacó poco más de 15% de los votos. Sin embargo, Claudio Orrego en Peñalolén y Alberto Undurraga entre otros, obtuvieron respaldos notables. ¿Qué tienen en común? Tienen convicción, son cercanas, abiertos, generan un liderazgo transversal, son honestos, tienen espíritu de servicio, son de terreno A la vez, traslucen optimismo y han demostrado capacidad de gestión.La gente distinguió una política de calidad. Al contrario, los chilenos están castigando las divisiones, los personalismos, los cálculos pragmáticos, la búsqueda del poder por el poder. Las diferencias entre los partidos de la Concertación antes fueron un plus porque se ordenaban tras un proyecto común. Hoy en cambio, se han convertido en un lastre porque el proyecto común está difuso (salvo conservar el poder), y las diferencias se expresan en díscolos, descolgados, dos listas, competencias desleales, malas prácticas políticas. El señor Pepe Auth debiera irse para su casa “Auth is OUT”: ni siquiera sirvió de experto electoral. Por otra parte, las dos almas de la Concertación se están reflejando cada vez más en visiones distintas acerca de lo que la Concertación ha hecho y lo que debe hacer y eso también se nota. La duda es si la Concertación seguirá teniendo espacio para un proyecto democrático liberal. Ayer la Presidenta sólo habló de igualdad y de inclusión, mencionando sólo a la alcaldesa electa del Partido Comunista. ¿La Concertación le va a entregar a la Alianza el patrimonio de la libertad y del emprendimiento, cuando han sido también sello de su gestión durante estos años? Por último, la Alianza se ha visto reforzada por un liderazgo político claro con un presidenciable con muchas ganas de conquistar el poder, mientras la Concertación tiene cuatro precandidatos con un enredo para definir que hará con ellos, que nadie sabe cómo se va a resolver. Sin embargo, no todo está dicho. Dependerá mucho de cómo los partidos de la Concertación resuelvan su liderazgo y su discurso de futuro. Lo único claro es que deberán tener el coraje para reinventarse, hacer un GIRO PAIS y responder de manera distinta a muchos que aún no están dispuestos a pasarse para la vereda del frente. En los liderazgos que salieron fortalecidos en esta elección, hay ejemplos que imitar.