lunes, diciembre 31, 2007

Declaración Pública a mis camaradas de la Región del Bío Bío . M.Ruiz Esquide

Me dirijo a todos los camaradas de la región que represento, a los independientes que siempre nos han acompañado y a toda la comunidad regional sobre un tema como es el fallo del Tribunal Nacional de Disciplina que ha expulsado al Senador Adolfo Zaldívar, señalando lo siguiente :
1. Cualquiera de nosotros no puede dejar de dolerse que hayamos llegado a un punto tal que significa la expulsión de un parlamentario y dirigente político con el que hemos hecho parte de nuestra vida partidaria. La disciplina y la justicia ha sido y será siempre necesaria en nuestro Partido pero eso no obsta para que reiteremos que hemos querido ser siempre un partido fraternal y que no se humilla a quien le duele el Partido y los viejos camaradas.
2. Respaldo absolutamente la institucionalidad del Partido en sus decisiones tomadas por el Tribunal de Disciplina porque, más allá de lo doloroso del reciente episodio, nadie es más grande en el Partido que el Partido mismo en las palabras de Tomic. Espero una vez más que el Senador Adolfo Zaldívar no recurra a los tribunales de justicia porque ello es judicializar la política lo que es el comienzo del deterioro de los partidos.
3. A todos aquellos a quienes van dirigidas estas palabras les agradezco el permanente respaldo que han dado a la Democracia Cristiana sea votando por nosotros, acompañando en nuestras tareas o respetándonos en la controversia. En esta perspectiva les ruego que mantengamos la serenidad, la tranquilidad de los espíritus, la moderación en las expresiones y el respeto en las controversias. Sólo así frenaremos el momento difícil pero que es y será transitorio.
4. Tengo plena y absoluta fe en que superaremos nuestros dolores. Tengo plena fe y esperanza en que la Democracia Cristiana seguirá siendo el Partido con el que siempre soñamos: abierto, disciplinado, con libertad de pensamiento en la doctrina y en la ideología que seguirá siendo el humanismo cristiano, con fraternidad a la que debemos volver, de vanguardia porque no somos si seremos ni fuimos un Partido que busque mantener los privilegios de una sociedad injusta. Reitero que los partidos y las comunidades ideológicas deben saber fortalecerse en las dificultades, enfrentadas afirmándose en sus ideas y apretando el corazón para llegar al final de los sueños que hace tantos años asumimos.

Por mi parte seguiré representado a la Democracia Cristiana en esa perspectiva.
A mis camaradas, con los dientes apretados.
A nuestros adversarios, con fé en el futuro.
A los que nos denostan, con perdón
A los que nos quieren bien, con gratitud
A los que nos quieren mal, una esperanza de reconversión.
Mariano Ruiz-Esquide Jara