viernes, enero 12, 2007

..LOS DESAFIOS DE IRAK...UN BUEN APORTE DE NELSON HADAD..

Conocí Irak cuando me desempeñaba como embajador de Chile en Jordania y era concurrente ante Bagdad y estalló la primera guerra del Golfo en 1990, con la invasión de Kuwait.
Con motivo de la retención de un grupo de chilenos que trabajaban en Irak, el presidente Alywin me encomendó realizar gestiones ante el Gobierno de Irak a fin de obtener su liberación.
Pude conocer una sociedad fragmentada, de carácter tribal, dividida en clanes y grupos religiosos y étnicos diversos, con una mayoría chiíta, perseguida por Sadam Hussein , una minoría sunnita que gobernaba incorporada en los cuadros del partido árabe socialista Baas, partido único que sostenía políticamente al régimen iraqui y los kurdos ubicados en el norte del país con su aspiración histórica de independencia con la creación de la república del Kurdistan.
Irak es un país que nunca ha conocido la democracia. Estuvo bajo la dominación del Imperio Turco Otomano por 400 años desde 1517 hasta la primera guerra mundial y continuó bajo el control de Inglaterra a través de la figura de un mandato internacional establecido por la Sociedad de las Naciones. Sadam Hussein gobernó las últimas décadas de una manera despótica y dictatorial y sin duda, cometió graves violaciones a los derechos humanos en contra su propio pueblo.
En este contexto, no es posible evaluar la situación de Irak bajo el prisma de los valores de Occidente. Deben respetarse las singularidades propias de culturas y civilizaciones diferentes, una cosmovisión religiosa que cruza transversalmente la sociedad islámica, la aplicación de la ley charia y las tradiciones históricas de la antigua Mesopotamia.
Así, no resulta posible imponer la democracia por decreto o a través de la victoria militar y debe reconocerse por sobre todo al pueblo iraquí su derecho a ejercer la autodeterminación, sin ingerencias externas, en la búsqueda de un gobierno de unidad nacional que defina soberanamente la forma de organización política, social y económica de un nuevo Irak, con respeto a los derechos políticos y religiosos de las minorías del país, su diversidad, en un marco de tolerancia y pluralismo y al mismo tiempo, recuperar el control de sus recursos naturales, en especial la riqueza petrolera en beneficio del desarrollo nacional.
En la perspectiva histórica, ya advertimos en marzo de 2003 el fracaso de la intervención militar en Irak y pronosticamos que iba a ser fuente de graves conflictos, mortandad y destrucción. El país se encuentra hoy al borde de una cruenta guerra civil, con un fuerte componente religioso e inmerso en una espiral de violencia que pone en peligro su integridad y unidad territorial y afecta la ya inestable situación regional.
Se hace indispensable impulsar un amplio dialogo interreligioso que promueva la pacificación del país y la necesaria reconciliación nacional.
Las lecciones de la Historia en este conflicto nos demuestran el grave error político estratégico del presidente Bush al impulsar una acción militar en Irak, sin contar con la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en conformidad al capitulo séptimo de su carta constitutiva, afectando la credibilidad del organismo mundial y las instancias multilaterales que autorizan el uso legítimo de la fuerza y de paso provoca un deterioro en las relaciones transatlánticas.
Las razones que se invocaron para la invasión no se cumplieron. Las armas de destrucción masiva no se encontraron ni tampoco un vínculo entre el régimen iraquí y la organización terrorista de Al Qaeda y el mundo hoy parece mas inseguro.
Debe procederse a un retiro gradual del ejército norteamericano al 2008 y acoger las propuestas del informe Baker-Hamilton de mejorar la interlocución con Irán y Siria que juegan un importante rol en el escenario regional y avanzar en la resolución del histórico conflicto en el Medio Oriente, con la visión de los dos estados Palestina e Israel, coexistiendo en paz y armonía, junto a los demás estados de la región, a través de la convocatoria de una Conferencia Internacional de Paz.
Nuestro país, fiel a los principios de su política exterior, de promoción de la paz y la seguridad internacionales, se opuso a la guerra en Irak en un gesto de independencia que ha sido reconocido en América Latina y en el mundo.
Nelson Hadad Ex embajador de Chile en Misión Especial en Irak