jueves, octubre 26, 2006

....UN SIMPATICO...PARA PENSAR...REFLEXIONAR...Y OTRAS YERBAS....CANCO SALAS...

Posted by Picasa Qué soy… ¿un deschequeado número?
Un amigo, joven, recién entrando a los 30, sociólogo, casado con una guagua, que votó por el Podemos y por un PPD para diputado, que no trabaja para el gobierno, ni directa ni indirectamente, que extraña su pega de más cabro en un proyecto popular donde le pagaban muy poco pero podía ofrecer todo lo que había aprendido para hacer más felices a sus populares amigos y amigas y, que ahora está bastante mejor diseñando y ejecutando encuestas y yerbas parecidas para una importante y privada empresa de marketing, comiéndonos un chacarero, me contaba que había estado leyendo los blogs del yanqui, del escobar, del e-congreso…
(¿se hacen una idea de cómo es mi amigo?)
Mi amigo, que no se podía explicar cómo puede haber gente en contra de la píldora del día después, pero luego de sopesar la chela que nos tomábamos, me decía que en realidad el matrimonio gay es un pelo de la cola comparado con otras cosas…
Bueno, mi amigo que, a mi juicio, se parece más poco que todo a los que seguramente están leyendo lo que digo, también me dijo, “eso que ahí escriben NO es la DC, salvo lo que dice Ignacio Walker”.
Cresta, pensé y cambié el tema. Al día siguiente, el Pepe Martínez me invitaba a inscribirme en el blogs del e-congreso, sin siquiera pedirle al computador que chequeara, de la base de datos del yanqui, los que ya estábamos inscritos con publicaciones y todo. Me sentí número, menos que número o, más bien, número no chequeado.
Así y todo el cresta de mi pensamiento me mandó a leer todo lo escrito y tratar de responder por qué mi amigo (ahora marketero) decía que sólo Walker representaba a la DC.
Creo que la sensación de mi amigo de que la DC no es lo que dice el Fifo, Bosselin, Adolfo, Yerko, yo mismo, es muy parecida a la sensación que yo siento cuando escucho a Longueira decir que hay que desconcentrar la propiedad, esa sensación de que el lobo de oveja se disfraza.
Sin embargo, una semana después compartí con camaradas de Curicó y de sus divagaciones y sueños, sentí que estaban más cerca de la idea de cambiar el mundo que de Walker. Al regreso en un encuentro con jóvenes de diferentes carreras de la U de Chile, chicos sin militancia ni simpatía política específica, se sorprendían en escuchar de mis labios y de los de Carlos Tomic que éramos DC pujando para que ellos también se sumen a la labor de dignificar a los chilenos y chilenas y, por cierto, sentí que en ellos también se anidaba la esperanza de cambiar el rumbo. Anoche, compartiendo con viejos tercios de la intelectualidad criolla, muchos exDC que se hicieron MAPU e IC, que terminaron en el PS, alguno Almeja que vivió de cerca la voltereta neo-liberal de Escalona, todos discípulos directos e indirectos de Jorge Ahumada, todos cansados de no poder hacer nada, me comunicaban su secreta esperanza de que con nuevos bríos e inspiración, a lo mejor, está vez si podemos cambiar.
Amigos, camaradas y quienes nos consideran deschequeado número:
Detrás, delante, debajo y arriba de la necesaria opción de equipos de poder (lotes), hay un país que amerita… Si el Papa anda buscando alianza con los evangélicos, porque los tiempos exigen reconciliación con Lucero y Calvino, pues a la postre perdieron unos y otros… ¿no será tiempo de conciliarnos -de algún modo- todos los que queremos cambiar el rumbo; reunirnos todos los que no pensamos ni creemos ni sentimos como Ominami, Walker, Piñera, Escalona, Longueira, Velasco u otro defensor de lo que hay?
¿Cuándo si no es ahora?
Con cariño
Alejandro Salas