....TORTAS DE CURICÓ...APORTE DE EDO.(El NEGRO) SALAS....

Estuvimos en Curicó recordando lo que somos y digo recordar no por casualidad, ¿por si alguien no lo sabe o se olvidó? (la memoria humana es tan frágil) la palabrita significa “volver al corazón” y eso hicimos con los amigos de Manuel Del Canto. Allí en un casa de retiro, Pistaccio, Carlos Tomic el Canco y yo compartimos con camaradas de la VII Región y resulta que todos están sintiendo cosas parecidas; la perdida de Fe, sentido, identidad, fue tanta la pena que me produjo que les recité un poema de Alberti , no sé si los dejé más tristes, pero eso no importa, lo que si hay que valorar es que aún en el lugar más triste de la pena es posible instalar la esperanza y en eso estamos.
¿Por qué la pena? porque al poco andar todos nos miramos y nos damos cuenta que para “cambiar el mundo”-( ¿alguna duda?)- nosotros somos los primeros en negarnos, se nos metió en la sangre esta forma de vivir y estamos un poco cómodos, a veces muy confortables, hasta nos vamos convenciendo de que no es tan malo vivir así, cada vez hay menos pobreza, al menos eso dicen las cifras oficiales, el modelo económico funciona y se consolida, nos sentimos orgullosos de nuestra forma de administrar lo existente, nos comparamos con los países desarrollados y no estamos tan mal, en sudamérica nos sentimos los mejores. Un día escribí lo que sigue…
….Los días se precipitan como si fueran la corriente de un gran río torrentoso y violento, los chilenos, que somos tan diversos y múltiples, nos acobardamos frente al poderoso manjar de los grandes centros comerciales, nos embriagamos con el opulento bienestar que nunca llegará pero parece que estuviera allí, a la mano, nos compramos completo este modelito, ya se nos metió en la cultura, ya se nos contaminó el alma, volverán las oscuras golondrinas de Bécquer... pero esas... no volverán. ¿Por qué añorar así el pasado como si nada bueno creciera sobre las raíces que dejó? ¿Habrá que interpretar entonces que el daño siempre es mayor en tanto pasa el tiempo?, muy viejo dilema, muy cansado, muy agotado, como para intentar comprenderlo. Después de todo, en Chile fue muchísimo peor la cruel dictadura pasada que esta democracia cansada y si la dictadura fue el horror, ¿por qué prácticamente empatan las fuerzas que la defendieron con aquellas que la atacaron?, me refiero a la dictadura o a la democracia, quien defendió la primera atacó la segunda, quien defendió la segunda atacó la primera, es conmutativo, como las matemáticas. Todo esto, posiblemente, porque aún la segunda profundiza la injusticia y la gente no sabe más que mirar los hechos para confusamente tomar una de las dos opciones, dolida, con seguridad, por algo que no conoce, pero profundamente dañada, ignominiosamente injusticiada. Y ¿donde está la indignidad?, ¿cómo y cuando se manifiesta?.
El modelo, ahora se cuestiona también este término para decir que hay varios modelos o ninguno, yo creo que se quiere o se pretende desviar la discusión para no reconocer que da lo mismo el término y que lo importante es que por algún nefasto motivo el ser humano se inferioriza en este país en “vías de desarrollo”. Decía, el modelo se encarga de excluir y demoler a aquellos que otrora oprimidos, ahora sólo quieren ser parte de la sociedad. El dichoso modelo se sustenta en el vacío conceptual y existencial del mercado. Cualquier marginación de los pobres no es responsabilidad de nadie, el mercado, como la nada para el filósofo, es la natural explicación de los dominantes, sean estos, empresarios, militares, curas, políticos, de derecha, centro o izquierda. Todos recurren al mismo argumento, se rinden ante la evidencia, a veces incluso, son inconscientes de que esa evidencia mercantil sea parida, creada, mantenida y protegida por todas nuestras acciones y omisiones….
…La Democracia para ser Justa tiene que necesariamente fundarse en los derechos humanos (los de primera, segunda, tercera y cuarta generación... y si surgen de la prolífica realidad otros, entonces seguirán alimentando esta mejor forma de vivir). Hay que resistir de todo aquello que signifique el abandono del Estado de los seres humanos que lo sostienen. Hay que promover y ejecutar todas aquellas acciones que permitan el más efectivo ejercicio de los derechos de las personas. Hay que construir permanentemente las más significativas mayorías culturales que permitan el más integral desarrollo de las personas. En Chile esto se traduce en la supresión de la injusta concentración de la riqueza, para ello se requiere un profunda reforma tributaria y una legislación que conduzca un proceso creciente de distribución de los ingresos de las personas. En el ámbito de lo que se ha mal llamado “minorías” (puesto que a estas alturas si las juntamos a todas pueden ser una significativa mayoría nacional) es preciso eliminar toda forma de discriminación arbitraria. La Sociedad chilena debe conciliarse con los extremos pobres, los ancianos, los homosexuales, las mujeres, los pueblos indígenas, los que han visto a lo largo de la historia violados de manera sistemática sus derechos humanos, digo conciliarse porque la reconciliación es solo posible si alguna vez la conciliación existió y ya no hay que probar que eso jamás ocurrió. En Chile hay que cambiar la Constitución, con urgencia se requiere de una Asamblea Constituyente, que proponga al país una nueva Constitución de la República que sea la guía maestra para conducirnos a una Democracia integral (económica, política, social y cultural)…. Creo que muchas de estas reflexiones están vigentes, los camaradas y amigos de la Región del Maule me las recordaron, o sea, me volvieron al corazón una vez más. Las tortas de Curicó, como el olor de los bollitos de magdalena de Proust, nos invitan a recuperar “el tiempo perdido”… ahora sí, vaya este poema de Rafael Alberti…
Amigo de la pena
amigo, amigo
mira que el dolor
no sea sólo tu amigo
mira, solo, tu amigo
Cuando el trigal de duele
amigo, amigo
se duele todo el trigo,
mira, todo el trigo
Y si el pastor se queja,
amigo, amigo,
se duele toda la aldea,
mira toda la aldea
Amigo mira el mar
si una se duele
son todas las que rompen a llorar
mira, todas a llorar
amigo, amigo.