sábado, octubre 21, 2006

....MANUEL ROMAN ...RESPONDE A DAVID HERRERA....

Posted by Picasa Para David Herrera B.
Del mismo modo en que reviso los distintos blog, que van dando cuenta de lo que piensan los DC, me voy encontrando con tus cartas, respetables desde el punto de vista de la tolerancia que debemos tener por los matices y opiniones que forman parte de la diversidad razonable al interior del Partido, pero no puedo dejar pasar esta ultima donde haces un llamado a una generación.
Debo reconocer que quienes ingresaron a la DC en la época de dictadura fueron marcados profundamente. Sin embargo son y somos muchos los que veníamos ya realizando un trabajo político de sueños y esperanzas, por un mundo distinto y que tuvimos que enfrentarnos bruscamente cuando nos intentaron matar los sueños. Por lo mismo creo que esto no es un problema de una generación en particular sino que es la marca que dejo a todos los que creíamos en el humanismo cristiano, entendido como verbo es decir acción, todo en beneficio del hombre.
Participar en la DC, era esencialmente adherir a una causa humanista y cristiana, impulsada por los pensadores y por los fundadores de la Falange y la DC respectivamente, teniendo como base dos ideas fuerzas revolucionarias y que se mantienen vigentes: amar al prójimo; y, avanzar hacia la civilización del amor. En este contexto, no existe la rentabilidad ni la gratuidad en la participación política, o se opta por una causa o no; esta afirmación que se hace en tu carta, a lo menos me parece una opinión de la política cruzada por el neoliberalismo que esta empapando todo inclusive el lenguaje.
Es cierto, hacer política es dejar todo por servir. Son muchos los que tuvieron que dejar todo en la lucha contra la dictadura, dejar sus estudios, sus trabajos e inclusive la mantención de sus respectivas familias, lo más fuerte es los que tuvieron que perder su vida en el proceso de la acción política que se desarrollaba. Lo que hoy en día, no es algo del pasado, porque son muchos los que han tenido que dejar su sustento al no convertirse en el cliente de otro y el clientelismo es muy recurrente en política.
Guinda para la torta. Haces sentir que los DC debiéramos estar agradecidos de los “intelectuales “universitarios” “heroicos” que se incorporaran a una militancia antidictatorial. Parece que la memoria histórica de la DC no la has reconocido y pasa al olvido; cuando los “intelectuales “Universitarios” “heroicos”, según tu se incorporan, ya existía toda una militancia dando la lucha en cada rincón de Chile y en cada espacio social. Hombres, mujeres, adultos y jóvenes, estaban trabajando activamente en la lucha contra la dictadura.
Además, para mi humilde opinión, cometes el peor de los errores, dar nombres de “intelectuales” “universitarios” “heroicos” en defensa de tus ideas y de tus afirmaciones. A lo menos creo que es una falta de respeto a todos y todas que entregaron todas sus energías, la mayoría sin ser ni “intelectuales” “universitarios”, pero si trabajando heroicamente en las poblaciones, juntas de vecinos, sindicatos, y en todo tipo de organización social, en la calle, en primera línea en contra de la dictadura y haciendo presencia del pensamiento que guía a los cristianos en política. Lamentablemente, muchos de ellos hoy partieron o están inactivos o simplemente se aburrieron, que los “intelectuales “universitarios” “heroicos” y debemos agregar los “mercaderes del poder” se olvidaron que existían los pobres, la base social, la militancia, los que fueron y son el puntal principal que le da vida a la DC, y los nombres de estos militantes se encuentran en el absoluto anonimato, para ustedes, porque en la memoria de la base social aún están presentes.
Cuantos de estos “intelectuales” “universitarios” “heroicos” hoy se olvidaron y perdieron la memoria; cuantos de ellos se olvidaron que sus cuotas de poder que alcanzaron fue y son gracias a cientos de militantes anónimos que lo apoyaron; cuantos de estos “grandes” han seguido trabajando en la base social para que el militante que no es “intelectual” “universitario” sea promovido a través del traspaso de conocimientos; cuantos de ellos vapulearon, utilizaron y se aprovecharon de la base militante que movidos por su convencimiento y espíritu humanista y cristiano le dieron plataforma para alcanzar el poder; cuantos de estos “intelectuales” “universitarios” “heroicos” han sido los peores judas de los propios DC en función de su autoendiosamiento bajo la lógica “estas conmigo o en contra mía”. Son muchos los anónimos, pero la base social los reconoce y no los olvida, porque sin ser “intelectuales” “universitarios” “heroicos” a muchos jóvenes nos entregaron el conocimiento y la mística que se requiere para ser DC y para ubicarse en el espacio que nos corresponde como actores políticos; cuantos de los que tu haces alusión creen levitar y estar empapados por la luz de la sabiduría cuando hablan o escriben; son muchos de estos “intelectuales” “universitarios” “heroicos” que en definitiva por su falta de vocación de servicio como ente fundamental de la actividad política han colaborado para que el partido se encuentre en la situación actual, sin capacidad de propuestas y respuestas a la sociedad y al país.
Las tendencias, que si bien, son necesarias para debatir con lealtad y fraternidad; se convirtieron en reductos para optar a cuotas de poder; con operadores políticos que viven de la nefasta negociación en base a “ofertones” de cargos, trabajos u otras prebendas. Creando una base de clientes más que militantes de una propuesta política.
Es cierto, tienen una deuda “no hay deuda que no se pague, ni ………..” y esa deuda se refiere a reconocer que sin la base social, sin la base social militante la “intelectualidad” “universitarios” “heroicos” como los autodenominas no son nada. Haces mención a que están repartidos y dispersos, tu intelectualidad te debe llevar a razonar de manera clara y precisa el porque de esta situación, a mi me basta entender que “lo que se hace mal, termina mal”; agregas en tiempos oscuros y amenazantes, me parece que nada de lo que pasa te invita a reflexionar, los tiempos oscuros y amenazantes no han culminado, o no te has dado cuenta que la “democracia” que asumimos es el legado de la dictadura y que sólo los “intelectuales” “universitarios” “heroicos” sólo se han dedicado a administrar; o acaso el materialismo, mecanicista e inhumano del sistema neoliberal imperante que utiliza al hombre como un factor más de la economía y que es desechable, no te lleva a pensar cual es el rol de los cristianos en política; no has pensado que la forma radical en que opera el sistema esta llevando a la destrucción de nuestro hábitat; los militantes consientes y que no son del ambiente que tu haces alusión están luchando día a día, minuto a minuto, por buscar formulas que les puedan sacar de este sistema y contrarrestarlo de alguna forma.
Comparto tu optimismo, pero mi optimismo tiene un matiz distinto al tuyo, porque nunca lo he perdido y mientras exista un hombre, mujer, joven, anciano o niño que sufra, los humanistas cristianos debemos estar presente con fuerza para alcanzar nuevos espacios de felicidad para el hombre. Mi optimismo pasa por que el algún minuto los DC convoquemos a una asamblea constituyente que genere una nueva constitución y desligarnos definitivamente de la noche obscura y amenazante; que le sistema binominal se termine y sin ser matemático se que 1+1=2, cualquier otra formula rebuscada es engañar al pueblo; que la DC sea una comunidad de personas, con diferencias y matices pero con lealtad y fraternidad; que no sobran manos para hacer el trabajo de los cristianos en política, siempre faltan para alcanzar nuevos pasos que nos acerquen a nuestra utopía; que la DC no sea un montón de clientes, sino un grupo de personas conscientes adhiriendo a una causa; que el PDC no es cuestión de una generación u otra, es la vocación de servicio lo que nos debe llevar a unir voces, pensamiento y practica.
Como una forma de terminar mi encuentro contigo, quiero expresarte una experiencia, por esas cosas de la vida, sin conocerlo ni ninguna cercanía, tuve la oportunidad de escuchar al candidato de la JDC Héctor Garate y a medida que avanzaba en su discurso, me fui dando cuenta que su mensaje es exactamente el mismo que esgrimíamos en nuestra vida juvenil, lleno de sueños y desafíos, trasgresor, comprometido con el fortalecimiento del PDC, comprometidos con la causa de los jóvenes es decir participar de la construcción de su futuro; preocupados de los más desposeídos; una actitud propia de los cristianos en política. Lastima que no tenga el espacio y el tiempo, porque de otro modo estaría con el y no sólo con el voto, sino construyendo el PDC, teniendo como base el pensamiento Humanista Cristiano y como acción la Revolución en Libertad. Te invito a escucharlo y a sumarte al sueño que nos plantea Héctor Garate que es el sueño de los DC y de los cristianos en política.

Fraternalmente

Manuel Román Jiménez
Militante Zona Sur de Santiago