jueves, agosto 24, 2006

COMO LOS LABORATORIOS PROPICIAN LA PRESCRIPCION DE PSICOFARMACOS...FIESTAS PARA PSIQUIATRAS...COMO ESTA LA COSA EN CHILE?.

“Desde adentro”, un joven médico psiquiatra se refiere a “un tema que está ahí, que todos conocen, pero del que no se habla”: los métodos que, en la Argentina, laboratorios fabricantes de psicofármacos utilizan para incidir en los “hábitos de prescripción” de los profesionales de la psiquiatría.

Por Federico Pavlovsky *

Apenas acabo de terminar la residencia de psiquiatría en un hospital general y puedo revelar que, a lo largo de estos pocos años, distintos laboratorios me han dado: viajes a congresos de psiquiatría –traslado y alojamiento en hoteles para los sucesivos congresos de APSA (Asociación de Psiquiatras Argentinos) en Mar del Plata–, desayunos, almuerzos y cenas múltiples, botellas de champagne, biromes, lapiceras, cuadernos, más viajes y más becas a congresos. En los dos congresos de psiquiatría argentinos –el de AAP (Asociación Argentina de Psiquiatras) y el de APSA–, más del 90 por ciento de los inscriptos son becados por los laboratorios; el tesorero se sorprendería si un psiquiatra hiciese el intento de pagar su inscripción, lo consideraría un extravagante. Estos congresos de psiquiatría cuentan con el apoyo masivo de la industria farmacéutica, que desembolsa fuertes sumas de dinero en concepto de becas, armado de stands, de actividades “científicas”, fiestas para los médicos, cenas y en hoteles. La inmensa mayoría de los 250 psiquiatras argentinos –cantidad sorprendente– que viajaron hace dos meses al Congreso Mundial de Psiquiatría, en Canadá, con pasaje aéreo y hotel incluido, lo hicieron gracias al “apoyo” de los laboratorios.
La Argentina es un país rentable para los laboratorios. Una reciente investigación (“Consumo de psicofármacos en la población general de la ciudad de Buenos Aires”, por E. Leiderman, J. Mugnolo, N. Bruscoli y J. Massi, Vertex, Revista Argentina de Psiquiatría, 2006) muestra que el 15 por ciento de un total de 276 encuestados en la ciudad de Buenos Aires consume psicofármacos: tal prevalencia es una de las más altas a nivel mundial, superando el 3,5 por ciento del Reino Unido, el 5,5 por ciento de Estados Unidos, el 6,4 por ciento de Europa, el 7,2 por ciento de Canadá o el 10,1 por ciento de San Pablo, Brasil. El